
El nuevo marco legal busca preservar a profesionales y medios frente a interferencias políticas, tecnológicas y empresariales
El 13 de marzo del 2024, se publicó la Ley Europea de Libertad de Medios de Comunicación, que había atravesado diferentes vicisitudes en su elaboración. Dos años antes, en junio del 2022, el Consejo Europeo aprobó unas conclusiones sobre cómo ayudar a profesionales. Y en esos siguientes meses se ahondó en promover el pluralismo y la independencia de los medios. Todas las instituciones europeas consiguieron culminar en un acuerdo legislativo para la protección a periodistas y defensores de los derechos humanos contra las reclamaciones infundadas o procesos judiciales abusivos.
La necesidad de ese marco estuvo precedida por las amenazas contra la prensa y la libertad de información en los últimos años. Entre ellas, el uso del software espía Pegasus contra activistas en todo el mundo perpetrados por Gobiernos, la injerencia extranjera en procesos democráticos y la desinformación masiva producto de las plataformas digitales. Todos estos precedentes, evidenciaron la inminente necesidad de que los Estados miembros protegieran a los proveedores de información y garantizaran un ecosistema mediático libre, plural e independiente.
Algunos de los estudios de caso más públicos han sido:
Espionaje con Pegasus. Documentado el uso del software espía israelí Pegasus contra periodistas, medios de comunicación y políticos por el Gobierno húngaro o el español contra los independentistas del procés. En 2021 la Audiencia nacional abrió diligencias por espionaje realizado con esa tecnología vendida por el gobierno de Netanyahu a los móviles del presidente Pedro Sánchez, y de varios ministros. Si bien la ley no prohíbe explícitamente el uso de este tipo de tecnología por motivos de seguridad nacional, sí establece principios de transparencia y justificación pública que podrían haber ayudado a ralentizar su uso sin un control externo del gobierno.
Detención de periodistas en Turquía. En marzo de 2024, varios periodistas que cubrían las protestas contra el mandato de Erdogán fueron arrestados. Si bien Turquía no es parte de la UE, ha recordado situaciones similares dentro de los estados miembros.
Presiones políticas a medios en Polonia. Hasta finales de 2023, donde un anciano Jaroslaw Kaczynski, manejaba el poder en la sobra, se constataron varios casos de presión política sobre medios públicos e independientes. Pretendían que los medios estatales difundiesen mensajes positivos sobre el gobierno.
¿Qué aborda la ley?
Con su entrada en vigor en 2025, la Ley Europea de Libertad de Medios de Comunicación asegura la independencia editorial frente a injerencias políticas o empresariales, garantizar la transparencia en la propiedad de los medios, proteger a los medios públicos de interferencias políticas y regular las grandes plataformas en línea, asegurándose de que no se eliminen contenidos injustamente, proporcionando así más control a los medios sobre su oferta digital. Además de evaluar el impacto de las concentraciones de mercado en la diversidad y el pluralismo mediático. Si bien la ley establece diferentes garantías que buscan garantizar la seguridad de los periodistas, la información y los medios, surgen dudas sobre su cumplimiento real y forma de seguimiento.
Este marco legal es limitado porque establece que la seguridad nacional con respecto a los software espía sigue siendo responsabilidad exclusiva de cada Estado miembro. Esta excepción permitiría que los gobiernos de la UE desplieguen potencialmente software espía contra periodistas bajo el pretexto de la seguridad nacional, quedando así fuera de esta protección del derecho de la UE.
Esta permite que los estados adopten reglas más detalladas y estrictas, con el propósito de proteger la libertad de prensa y el pluralismo. El problema surge en la libre interpretación que los estados pueden dar a la ley según su política correspondiente, y en las medidas que muchos estados pueden tomar para restringir la libertad de prensa, antes de que la ley pueda ser puesta en vigor. Pero, se dice que la Comisión Europea podría sancionar a aquellos países que implementen acciones perjudiciales para la ley y que, en consecuencia, no la respeten. Sin embargo, si algunas leyes nacionales de los estados no cumplen con esta, los tribunales nacionales no tienen la capacidad de anular estas leyes. Esto podría provocar conflictos entre la Comisión Europea y los Estados miembros, en un esfuerzo por armonizar las legislaciones nacionales.
La aprobación de esta ley muestra que en la UE existe una preocupación por proteger la libertad de prensa. Pero, su impacto dependerá de su correcta aplicación y el compromiso de los Estados miembros en garantizar un periodismo libre, plural e independiente.