Los medios de comunicación no son “el enemigo del pueblo”

28 noviembre 2018 • Ética y libertad de expresión, Política mediática • by

 

Los medios de comunicación libres no son “El enemigo del pueblo” – y esto es precisamente el por qué de que estén bajo los ataques de los políticos de todo el mundo. Hoy, 16 de agosto de 2018, alrededor de 350 periódicos estadounidenses han publicado respuestas editoriales coordinadas en contra de los ataques continuos del presidente Donald J. Trump a la prensa libre.

Para un hombre que ha estado activamente en la atención de los medios de comunicación, que se encargó de su propio espectáculo, y se benefició de grandes cantidades de publicidad gratis cuando lanzó su carrera política, Trump manifestó un fuerte desagrado hacia muchos de los medios de comunicación, etiquetando a aquellos que han tenido la temeridad de ofrecer cualquier otra cosa que no fuera su incondicional apoyo de “el enemigo del pueblo estadounidense”, y repetidamente menospreciando a las organizaciones de noticias como “ABC”, “CNN” y “The New York Times” etiquetándoles de “Fake news” (noticias falsas)

Los medios de comunicación libres pueden empoderar al pueblo- esto es por lo que los hombres fuertes los atacan. Trump no está solo. Políticos poderosos de todo el mundo no les gusta claramente la idea de que haya instituciones independientes que exigen que se rindan cuentas.

Supuestos hombres fuertes de Italia a India, de Polonia a Filipinas, de Ecuador a Sudáfrica, durante mucho tiempo han intentado controlar las noticias a través de ataques públicos, presiones políticas y con turbios acuerdos comerciales. Esto incluye la presión hacia los dueños y la estrategia del uso de la publicidad Institucional debilitando parte del gobierno en el proceso de acceso a la información independiente sobre asunto públicos.

Estos políticos saben que los medios de comunicación libres pueden empoderar al pueblo informándoles sobre sus asuntos públicos. Los medios libres pueden acabar con las formas egoístas de los funcionarios y de las autoridades publicas se presentan y dan luz sobre preguntas y verdades incómodas. Esto es por lo que los políticos les tienen miedo, y por ello los atacan.

 

Esto es precisamente por lo que los medios de comunicación libres son el enemigo del pueblo

Por ello están bajo el ataque de estos políticos, quienes preferirían la adulación al escrutinio crítico. Algunos de estos no son anticuados déspotas o autócratas intentando controlar las noticias a través de la censura directa y la violencia física. La mayoría actúan en sociedades que todavía están más o menos comprometidas con al menos alguno de los principios y prácticas de la democracia liberal.

Algunos de ellos usan medios directos para intentar controlar los medios, pero igualmente importante, están tomando como objetivo el poder de los medios de comunicación libres- su conexión con el público. Si un político puede convencer a la suficiente gente de que los medios de comunicación libres son el enemigo, las noticias independientes son falsas y que no se puede confiar en nadie, solo en él o ella, este político tiene poco que temer de los medios de comunicación

 

Cómo los medios pueden luchar

Defienden los principios del periodismo profesional, como los periódicos estadounidenses están haciendo ahora de una manera que resuena más allá de los Estados Unidos, es un primer paso para luchar. Demostrando que el compromiso en la práctica es incluso más importante. En el día a día, como el editor del Washington Post Marty Baron ha dicho, el periodismo estadounidense no es “una guerra” contra la administración de Trump, pero si es “un trabajo”.

El reto de la retórica beligerante de Trump no es un movimiento partidista o partidario o una medida de la administración. Pero simplemente es un recordatorio público de que el periodismo apunta a rendir cuentas al poder, y el poder- público o privado, elegido, generalmente no le gusta rendir cuentas. El partido republicano una vez estuvo firmemente detrás de esta idea, “la libertad de prensa”, como el presidente Reagan dijo “es un principio fundamental de la vida americana” y una prensa libre, como ha dicho el presidente George W. Bush “indispensable para la democracia”

Efectivamente, para exigir al poder que se rindan cuentas, los periodistas y las noticias de los medios tienen que defender los principios y prácticas que predican, y convencer al público de que solo hacen su trabajo (y no criticar a los funcionarios de una manera injusta). Para soportar los ataques de poderosos políticos deseosos de marcarles como enemigos del pueblo, tienen que convencer a la gente de que su trabajo es para el público, no para los intereses de los partidistas, ni para las élites estrechas o para su propio interés.

Aquí, el futuro del periodismo estadounidense se encuentra en la balanza frente a Trump- como el futuro del periodismo en país tras país en todo el mundo. ¿Cuándo los políticos poderosos intentaran polarizar el asunto y obligar a la gente a elegir, quién va a confiar en ellos- los medios de comunicación libres o los políticos partidistas?

 

En los Estados Unidos, una encuesta del pasado año encontró que la confianza en la prensa ha aumentado significativamente

En la actualidad después de que el presidente comenzara a llamar a los medios de comunicación “los enemigos del pueblo estadounidense”, incluso la confianza en el propio Trump disminuyó ligeramente. Pero incluso después, la confianza en la prensa y en el presidente estaba atada, y mientras que algunas marcas individuales de noticias cuentan con la confianza de sus usuarios, las noticias de medios de comunicación como instituciones continúan afrontando una crisis de confianza en algunos países del mundo.

Una medición publicada en julio de este año encontró que solo el 34% de los estadounidenses decía que podían confiar en las noticias la mayoría de las veces, y mostró claramente que la gente pone atención a los ataques del presidente contra los medios de comunicación. El 48% dice que están preocupados por el término “Fake news” usado por los políticos para desacreditar las noticias que no les gustan de los medios de comunicación. Pero el juicio continúa en saber en quién confía el público. En la misma medición, incluso un largo número de estadounidenses expresó sus preocupaciones sobre “historias donde los hechos son hilados y trucados para empujar una agenda en particular” (67%) y “un periodismo pobre” (60%)

Hacer frente a los políticos poderosos quienes atacan la libertad de los medios es un comienzo. Pero el verdadero asunto es cómo los periodistas y las organizaciones de noticias pueden ganar y conservar la confianza de la gente. Si los medios de comunicación libres ganan la lucha que no querían y exigen que se rindan cuentas, solo podrán hacerlo con el público a su lado.

 

Artículo original: https://en.ejo.ch/media-politics/press-freedom/free-media-are-not-the-enemy-of-the-people

Autor original: Rasmus Kleis Nielsen

Traducción: Yolanda Menéndez Redondo

Edición: Romina Morales

Imagen de portada: G. Crescoli

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