El 27 de abril los periodistas españoles Roberto Fraile y David Beriáin y el ecologista irlandés Rory Young fueron asesinados en una emboscada Burkina Faso. Habían desaparecido el día antes y las noticias apuntaban a un grupo armado en el Parque nacional de Arli, donde se encontraban rodando un documental sobre el peligro de la caza furtiva y el esfuerzo de la administración por frenarla. Según el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), los asesinatos habrían sido perpetrados por yihadistas -rama Al Quaeda-, instalados en la zona del Sahel central.
En un primer momento, se atribuyó el asesinato a cazadores furtivos, algo que ha quedado descartado dada “la capacidad de fuego y los medios utilizados” en el ataque contra el convoy. El ataque se produjo sobre las nueve de la mañana del lunes en la carretera que une Fada N’Gourma y Pama. La caravana estaba integrada por dos furgonetas y unas 20 motocicletas en las que viajaban periodistas, agentes medioambientales y una escolta militar de seguridad.
Los profesionales y los medios nacionales se han hecho eco del fallecimiento de ambos periodistas. Antonio Pampliega, amigo de Roberto Fraile, exigió desde su cuenta de Twitter el cuidado de los reporteros en zonas de riesgo: «cansado de seguir perdiendo amigos». La Facultad de Ciencias de la información guardó un minuto de silencio en memoria de los dos periodistas muertos, impulsado por el profesor secretario general de Reportero sin Fronteras (RsF)y Alfonso Bauluz.
Beriain, de 44 años, había cubierto las guerras de Afganistan e Irak para el periódico La Voz de Galicia. En palabras de su profesor Pablo Sapag, que también ha sido corresponsal del TVE: ¨David fue un alumno brillante que nos sorprendió a todos el mismo año 2003, cubriendo, para un periódico gallego la invasión y guerra de Iraq¨. Cubrió también los conflictos de Afganistán y el Congo, entrevistando en la selva colombiana a los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en busca de sus conexiones con el tráfico de drogas. Fue también el autor del documental Percebeiros, galardonado con un premio Goya. Para Sapag, Beriain «demostró que es posible controlar la propia subjetividad si el objetivo es que podamos conocer en toda su complejidad que hay detrás de un jefe militar de las FARC, de un talibán afgano o de un marine estadounidense».
Roberto Fraile, de 47 años y padre de dos hijos, ya había sido herido en la guerra de Siria. Alternaba su trabajo como cámara de televisión autonómica con los viajes en busca de la actualidad. Desde Reporteros sin Fronteras, Alfonso Bauluz ha recordado que Fraile “trabajaba por pasión por el periodismo”. Había colaborado con el reportero navarro en la serie de reportajes Clandestino, emitida en España por el canal DMAX. «Si te dedicas a esto, tienes que tener muy claro lo que quieres hacer y adónde vas, sabes el riesgo que conlleva», explicó Fraile en el documental Morir para contar, de TVE.
En 2020, 50 reporteros han sido asesinados en todo el mundo por querer acercarse a la verdad. En muchas ocasiones, sus condiciones de trabajo son precarias: free lances que tienen que sufragar sus viajes esperando que una vez en la zona de conflicto puedan vender sus crónicas para que el mundo conozca realidades obviadas por la actualidad.
IMAGEN: reporteros sin Fronteras España
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