Hungría: Amenazas a la libertad, autonomía y diversidad en la educación y los medios

22 febrero 2018 • Política mediática • by

 

 

El partido gobernante en Hungría, el Fidesz, ha impulsado una nueva legislación que podría conducir al cierre de la Universidad Centroeuropea de Budapest. Gabor Polyak, un especialista en derecho y política de medios de comunicación de la Universidad de Pécs, Budapest, afirma que la medida forma parte del ataque en marcha contra la libertad intelectual en el país.

No son particularmente difíciles de ver ni cogidos con pinzas los paralelismos entre los esfuerzos del gobierno húngaro por cerrar la Universidad Centroeuropea (CEU), apretar a las ONG y eliminar la libertad de prensa. Universidad, ONG y medios libres encarnan todo lo que el Fidesz, el partido al mando en el país, parece temer y odiar.

Hace unas semanas, un estudiante me preguntó si las universidades húngaras continuarían siendo libres. Fue en un curso de Medios y Política y el tema de aquel día era la cultura política húngara. No pretenderé en este punto hacer creer al lector que no nos apartamos temporalmente del enfoque estrictamente científico; no es fácil enseñar estudios de medios estos días. Y el estudiante había hecho una pregunta difícil.

Antes de que esta cuestión surgiera, con toda probabilidad habíamos discutido sobre los pecados del régimen de transición, y probablemente habíamos tocado también el asunto del amigo convertido en enemigo de Viktor Orbán, el primer ministro: el magnate de los medios y oligarca Lajos Simicska; así como el nuevo asesor de medios favorito de Orbán, Arpád Habony. Estos temas tienen el hábito de infiltrarse.

 

Universidad: libertad para el acuerdo y el desacuerdo

Éramos cinco en la estancia, cuatro estudiantes activos y de mente abierta y yo mismo. Tuvimos grandes discusiones en una excelente atmósfera ¿Qué es la libertad, si no este mismo escenario? Sí, en los cerrados confines de la Universidad, uno puede hablar libremente, uno puede escuchar la opinión de otros; uno puede debatir; y, aunque, definitivamente, no está obligado a ello, uno puede incluso estar de acuerdo con otros.

Nunca he experimentado ninguna desventaja –ni en mi calidad de docente universitario ni como representante de una ONG- a pesar de compartir mis opiniones en Facebook, en entrevistas y eventos. Los estudiantes están acostumbrados al hecho de que soy una persona clara y abierta, incluso en el peor de los escenarios. De hecho, una universidad es el espacio para dar rienda suelta al pensamiento científico y las visiones del mundo. Es el espacio del debate racional y de las grandes ideas. Esta es una respuesta a la pregunta del alumno.

 

Recorte de fondos y pérdida de autonomía

Sin embargo, hay otra respuesta también. Esta es que la educación superior húngara, como estructura institucional, perdió hace mucho tiempo su autonomía. En cada paso del camino optó por la adaptación en lugar de la resistencia. Si recibía menos fondos estatales, entonces compraba menos papel para imprimir, eliminaba las actualizaciones de la biblioteca, revocaba las becas para viajes, no recargaba los dispensadores de jabón y toallas en los baños, bajaba la calefacción, fusionaba departamentos y, si era absolutamente inevitable, colegas despedidos. Obviamente, esto se hizo a expensas de la calidad de la investigación y la enseñanza. Pero el peor aspecto, sin duda, es que aprendió a aceptar las gracias de los que están en el poder y a estar inconmesurablemente agradecida a cada bocado finalmente lanzado en su camino. La imprevisibilidad de la financiación obliga a cada institución a cerrar acuerdos y comprometerse.

Luego vino el nuevo sistema de nombramiento de rectores: los rectores son nombrados por el gobierno para supervisar todos los aspectos financieros de la administración universitaria, privando abiertamente de autonomía financiera a las instituciones de educación superior. La “autonomía financiera” es, por supuesto, autoengaño ¿Cómo podría uno decidir sobre el uso de las capacidades educativas y de investigación cuando en realidad no hay dinero? Dado que las competencias de los rectores no están claramente circunscritas, hay continuos conflictos entre presidentes universitarios y rectores.

Estructuras financieras paralelas han surgido, obviamente, en el interés de  mejorar la gestión financiera y los ahorros. Sin embargo, esto tampoco se había decidido sin involucrar a las universidades. Los senados de las universidades le dieron al plan del gobierno un suave paseo. Yo estaba allí, lo vi – mi voto fue el único en contra-. Otro senado universitario fue elegido por unanimidad por el ideólogo jefe del partido gobernante como presidente de la universidad y un candidato que había solicitado ser decano fue unánimemente rechazado por sus colegas cuando el ministro hizo saber a través del presidente de la universidad que no estaba de acuerdo con su nombramiento.

Poco a poco, desde 2010, las universidades han ido renunciando gradualmente a su autonomía y han llegado a acuerdos con los recortes y las humillaciones. Mientras tanto, hay algunas negociaciones en segundo plano y un argumento para legitimar todo esto: al menos sobrevivimos. Como parte de este sistema, ¿cómo podría enfadarme con alguien que asegura mi salario del próximo mes?

Pero, ¿por qué nunca se unieron las universidades para sumar fuerzas? Si hubiéramos reaccionado con fuerza la primera vez que experimentamos los desvaríos de la política, todo el país podría enfrentar el futuro con mejores perspectivas.

En otras palabras, la otra respuesta a la pregunta de mi alumno debe ser que las universidades no son libres, no lo son en absoluto. Y esto se debe en gran medida a sus propios fracasos.

Cualquiera que sea el resultado en el caso del CEU, el ataque en su contra ha dejado claro que el Fidesz puede aplastar todo el sistema de educación superior en el momento que elija. No tiene interés en el globalmente conocido estado del conocimiento; la formación de opinión independiente y del pensamiento crítico son francamente desalentadas; e incluso los beneficios que el CEU aporta a Hungría –algunos de los cuales se miden fácilmente en dinero – tampoco parece importantes para el Fidesz.

 

Nueva legislación: ¿contra la diversidad en la educación superior?

En realidad, Fidesz parece detestar la autonomía y la diversidad incluso aún más. Semeja que aborrece los dos valores que el CEU – y, bajo circunstancias más fortuitas, la educación superior en general – representan. No puede mantener al CEU atado y humillarlo de la misma manera que lo hace con las universidades estatales, por lo que necesitan algo mucho más brutal.

George Soros, el financiero y filántropo húngaro-americano que fundó el CEU, solo sirve como una coartada en todo esto. Él es solo uno de los demonios creados por el Fidesz, un enemigo intocable e invisible para avivar las pasiones de los seguidores del partido gobernante. La heroica lucha contra este demonio es necesaria para legitimar todos los actos defectuosos de este gobierno.

Soros es un demonio ideal porque representa todo lo que desagrada al Fidesz. Pero, en última instancia, es solo una etiqueta que se puede pegar a cualquier cosa que consideren adecuada. Por eso es un grave error – y una simplificación inadmisible – que periódicos como Der Spiegel o The Guardian se refieran al CEU como la “Universidad de Soros”.

El CEU de Budapest es a la enseñanza superior húngara lo que Népszabadság, el periódico más grande del país que cerró el año pasado por presiones gubernamentales, era a la libertad de prensa. Una línea roja que todos pensábamos que el gobierno no podría pasar, nunca cruzaría. Nos equivocamos.

Otra razón por la que esta es una analogía adecuada es porque es igualmente difícil responder a la pregunta tanto de si la libertad de prensa prevalece en Hungría como la de si las universidades son libres. Hay periodistas libres y medios de comunicación libres, y ni siquiera es raro que descubran escándalos del gobierno. Pero la libertad de prensa es más que eso. Es un sistema en el que todos los puntos de vista tienen la misma oportunidad de llegar a la audiencia y cada medio de comunicación tiene la misma oportunidad de competir en el mercado de anuncios, comprar capacidades de distribución y acceder a información gubernamental.

Si en general los medios operan bajo estas condiciones, existe la posibilidad de que el público tenga acceso a información decente. Entonces existe la posibilidad de que los debates públicos reflejen la diversidad social y los ciudadanos sean autónomos tomando sus decisiones políticas.

La libertad, la diversidad y la autonomía alimentan la educación y el periodismo. Son esenciales para una sociedad exitosa. ¿Qué futuro puede haber para una sociedad que renuncia a esos valores?

Traducido por Sergio Soto

Traducido desde https://en.ejo.ch/media-politics/liberty-diversity-autonomy-and-hungary

 

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