El periodismo a examen, aumenta el paro y la desinformación

10 febrero 2020 • Ética y libertad de expresión • by

Periodismo, paro, precariedad, desigualdad de género, digitalización, desinformación… Estas han sido las principales palabras clave que marcan el Informe Anual de la Profesión Periodística 2019.

Juan Caño, actual presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), ha presentado la decimosexta edición: “Ponemos el foco en el devenir de nuestra hermosa profesión de la manera más objetiva, mediante encuestas y datos, en un informe que constituye una verdadera radiografía del sector periodístico español”. Este informe constituye un documento de referencia para conocer la situación de la profesión periodística en España desde su primera edición, en 2004.

 

Estado del periodismo: datos

El paro entre los periodistas ha crecido un 2,6% en 2019 respecto al año anterior, con 7.003 personas (63% de mujeres y 37% de hombres). Este dato rompe la tendencia de descensos de seis años consecutivos: en 2013, punto más alto, el número de parados era de 10.560.

Sin embargo, Luis Palacio, director del Informe, advierte que las cifras reales pueden ser mayores. Si hay parados que no indican «periodista» como primera profesión, al inscribirse en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Pese a esta situación, el paro y la precariedad laboral han descendido al segundo puesto en la lista de mayores procupaciones.

Casi la mitad de los periodistas cobran menos de 1.500 euros al mes. La mala retribución se posiciona este año como el principal problema para los trabajadores (18%). Se produce cierto equiparamiento con el resto de problemáticas. Aumento del paro (17%), falta de rigor y neutralidad (15%), falta de independencia política (14%) y aumento de la carga de trabajo (14%). En los años anteriores, el paro era la principal preocupación de los encuestados, que en el año 2014 llegó a un 60%.

La discriminación de la mujer persiste en la profesión. El informe asevera: “A grandes rasgos puede decirse que la situación prácticamente no ha cambiado”. Hay más mujeres (63%) que hombres (37%) que se gradúan en las universidades españolas en los estudios de periodismo y comunicación audiovisual. Sin embargo, a estas se les exige una mayor capacitación. Y los hombres son los que copan los puestos directivos: “De los 100 medios y programas informativos más relevantes, solo 25 eran dirigidos por mujeres”.

 

El reto de la digitalización

Luis Palacio también ha explicado cómo la precariedad, a pesar de ser uno de los retos fundamentales, no es el único: “Nos enfrentamos a la redefinición de nuestro papel en un mundo que ya es prácticamente digital”.

La digitalización se ha “instalado de lleno en la industria” con la presencia de contenidos de todos los medios (televisión, prensa impresa y radio) en este formato. “Pero los ingresos todavía se generan en su mayor parte en el mundo analógico. Y lo que es más preocupante: el crecimiento de los ingresos procedentes de las actividades digitales no consigue compensar la erosión que experimentan las fuentes de financiación analógicas tradicionales”.

Según el Informe, cada vez más periodistas prestan sus servicios en medios digitales. Por primera vez, en la encuesta de este año, hay los mismos periodistas (26%) en medios digitales que en la televisión convenional. Ese dato asciende al 44% si se tienen en cuenta a los periodistas autónomos que trabajan en medios digitales (44%).

Este peso de los autónomos puede deberse a «la debilidad y dimensión de las empresas que están detrás de esos medios digitales, cuyos niveles de facturación imposibilitan o dificultan contar con grandes plantillas».

 

La desinformación: el problema del año

El desarrollo de la tecnología y de internet ha favorecido la aparición de canales informativos que han dejado en un segundo plano a los medios en su papel de intermediadores entre instituciones y ciudadanos. Además, la polarización de la sociedad –en contextos como la elección de Trump, el Brexit o el procés– ha creado la “situación idónea” para que aparezca la desinformación con el objetivo de influir a los votantes o generar situaciones de inestabilidad.

A pesar de la dificultad que supone conocer las dimensiones de la desinformación por la variedad de formatos en las que se presenta, la APM ha seleccionado este problema como núcleo de la edición. En el capítulo que le dedican, señalan la importancia de un acercamiento multidisciplinar que se rija por la transparencia, la alfabetización mediática o el desarrollo de herramientas.

¿Pero quiénes originan los bulos? Las opiniones recogidas en el estudio muestran cómo influencers y políticos son los que mayor responsabilidad tienen al respecto. Seguidos por la publicidad, el mundo de la empresa y los medios de comunicación.

La respuesta profesional ha seguido dos caminos: foros que analizan las causas y soluciones desde una visión teórica o iniciativas prácticas. Entre estas últimas, en España destacan las webs de verificación Maldita.es, o Maldito bulo.

 

Periodismo en Europa

La situación de la libertad de prensa en Europa es otra de las graves preocupaciones: “Es ahora más frágil que en cualquier momento desde el final de la Guerra Fría. Los periodistas se enfrentan, cada vez más, a la obstrucción, hostilidad y violencia mientras investigan, como aseguran desde la APM.

Las campañas de desprestigio a la profesión, desde las instancias públicas como partidos políticos, agravan la situación al señalar al periodismo como “enemigo”. En este contexto, se crea un caldo de cultivo que alimenta la difusión de insultos y amenazas. Sobre todo, desde el anonimato de las redes sociales. Pero acaban culminando en casos de acoso, desapariciones o asesinatos.

La sorpresa, que lamentaban desde Reporteros sin Fronteras hace un año, es que “hasta hace poco esto se circunscribía a países que no respetan los derechos humanos”. Por tanto, es importante cómo reacciona la Unión Europea ante este problema para evitar la impunidad. “Lo que tratan de instalar es que quien se atreva a investigar los trapos sucios del poder corre el riesgo de ser eliminado”.

 

Sobre los futuros profesionales

El Informe Anual de la Profesión Periodística 2019 también dedica un apartado a la educación universitaria de los futuros comunicadores: «Los estudios de Periodismo (ahora Periodismo e Información ) y Comunicación Audiovisual (ahora Técnicas Audiovisuales y Medios de Comunicación) siguen resultando atracivos para los jóvenes españoles. Como se desprende de los 24.008 y 19.704 alumnos, respectivamente, que se matricularon en el curso 2017-2018″.

En 2018, además, se produce un hito histórico: prácticamente se han alcanzado los 100.000 licenciados y graduados. Concretamente, en 2018, se registraron 98.320 egresados en España. De ellos, el 63% son mujeres y el 37%, hombres. Sobre la carrera elegida, entendiendo la corta edad de los estudios de Grado de acuerdo al Plan Bolonia o Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), lo más habitual es encontrarse a licenciados en Periodismo y Ciencias de la Información (67%).

 

Edición: Romina Morales

Imagen de portada: Isaac Smith

 

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