Freelancing, el futuro del empleo en Periodismo

Freelancing

28 septiembre 2021 • Ética y libertad de expresión, Política mediática, Reciente • by

El freelancing no es más que el resultado de un desarrollo tecnológico sin precedentes durante este siglo, un colapso económico y las ansias por configurar un nuevo modelo económico más sostenible y atractivo para los trabajadores. El freelancing ha experimentado un aumento considerable en las últimas décadas en el ámbito del Periodismo, quizás por la flexibilidad que permite o tal vez por la falta de trabajos en el mercado laboral. 

Qué es el freelancing, quién lo ejerce y por qué

En Reino Unido el número de periodistas freelancers ha aumentado un 67% del 2000 al 2005. Freelancing consiste en trabajar autónomamente, para labores específicas y esporádicas de acuerdo con lo que busca el trabajador y la empresa. Por ende, los freelancers no son trabajadores regulares dentro de una empresa. En el caso del periodismo, se traduce en que los periodistas deben buscar por cuenta propia un medio de comunicación que publique sus artículos. 

El perfil de los periodistas que suelen optar por el freelancing es bastante concreto. Según una encuesta realizada por la National Council for the Training of Journalist (Consejo Nacional para el Entrenamiento de Periodistas, en español), el 43% de los freelancers trabajan a media jornada, la mayoría no posee algún título que los cualifique como periodistas, y hay bastante igualdad entre el número de mujeres y hombres que optan por esta vía —aunque sí es verdad que ha habido un mayor aumento de trabajo autónomo entre las mujeres que entre los hombres. Finalmente, a pesar de que se considera que la mayoría de los freelancers son jóvenes, los datos muestran que abundan los profesionales mayores de 50 años. 

Los motivos por los que los periodistas optan por esta modalidad de trabajo son varios. Hay un acuerdo general de que los periodistas han sido ‘empujados’ al freelancing, pero la realidad no siempre es ésta. A veces, se prefiere ejercer de esta forma porque permite una mayor libertad y aprovechamiento de las ideas propias. Sin embargo, sí hay un porcentaje minoritario de profesionales que admiten que las ofertas de trabajo no eran lo suficientemente atractivas o que sus motivos personales y profesionales mezclaban la búsqueda de mayor libertad y la falta de oportunidades.

El periodismo no es el único ámbito donde se percibe una falta de empleos lo suficientemente atractivos. Tras la crisis económica y financiera mundial de 2008, numerosos empleos de nivel medio fueron eliminados. Se obligó a los trabajadores a conformarse con trabajos de menor nivel y menor salario. Éste es uno de los factores por los que ha aumentado el trabajo autónomo en general, porque permite trabajar a un nivel que el trabajador considere apropiado de acuerdo a la paga que corresponde.

Por qué puede ser mejor trabajar como freelancer 

Libertad. Esa es la principal razón que deriva en todas las demás. Hay libertad horaria y el periodista puede redactar su artículo a su propio ritmo. Mientras, en el mundo del periodismo, se vive a diario la frase “esto tenía que publicarse ayer”. 

También hay libertad de ideas. Si el profesional tiene una idea interesante que considera tiene potencial, ya no depende de la aprobación de su medio. Puede desarrollarla como quiera y venderla a un medio que esté interesado. Por supuesto, pueden existir parámetros obligatorios, fijados por el cliente o la línea editorial del medio. Pero, en general, el periodista tiene la libertad de escoger a qué lineamientos acogerse y a cuáles no.

En tercer lugar, también hay una libertad económica, que hace que el periodista pueda vender su historia al precio que considere que se ajusta más a lo merecido.

Del mismo modo, hay libertad en la elección de clientes y libertad de medios porque el periodista puede escribir artículos para un diario generalista, pero guiones de podcasts, vídeos para YouTube, programas de radio, etc. Puede escoger lo que mejor se ajuste a sus ideas. Eso otorga la libertad laboral, en el sentido de que no hay que estar sentado en un escritorio en la sala de redacción de un medio, sino que se puede escribir artículos desde cualquier lado del mundo con comodidad. Libertad, libertad y libertad. 

Por qué no ser freelancer

En contraposición a la libertad está la inestabilidad. El periodista freelancer debe buscarse la vida en cada pieza. Puede tener suerte y conseguir clientes estables, que le compren sus artículos de forma regular. Sin embargo, puede haber momentos de sequía, en los que no encuentre clientes y se quede sin ingresos. No hay una fórmula para el éxito en el freelancing y allí se encuentra la mayor precariedad de este modelo de trabajo.

Muchos periodistas relatan sus dificultades en el momento de buscar clientes. No es tan fácil como escribir un correo, mandando un archivo PDF, con el asunto que rece “1.000 euros por este artículo”. Muchas veces hace falta contactar constantemente con los redactores jefe, hasta que le presten atención al artículo. Porque son cientos, sino es que miles de freelancers, con el mismo objetivo y las mismas aspiraciones. 

No hay nada seguro, no hay ingresos constantes, no hay pagos si el periodista se enferma o decide tomar unas vacaciones, no hay clientes asegurados, no hay garantías de que el medio no te quite tu idea y la desarrolle por cuenta propia o puede haber problemas al no haber barreras entre la vida laboral y la vida familiar al desarrollarse en el mismo entorno. Todas estas son cuestiones son la otra cara de la moneda, que los periodistas freelancers también destacaron en la encuesta de la National Council for the Training of Journalist.  

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