La disminución de recursos materiales y humanos en las redacciones de los periódicos y el incremento de noticias transfronterizas han contribuido a poner de moda el periodismo colaborativo. Esas son las afirmaciones que realiza Richard Sambrook, exjefe de noticias de la BBC y profesor de periodismo en la Universidad de Cardiff. Sambrook es el editor de un nuevo libro en el que se habla sobre este fenómeno: ”Trabajo en equipo global: el auge de la colaboración en el periodismo de investigación”.
El mencionado libro es una colección de ensayos realizados por varios periodistas y especialistas del sector. Todos ellos poseen experiencia en el trabajo en equipo o han trabajado para desarrollar nuevos modelos de colaboración. Cada uno de los capítulos del libro aborda diferentes asuntos, como la investigación realizada sobre los “Papeles de Panamá” y los de Paradise, o los archivos de la NSA acerca de Edward Snowden. Pero en el volumen también se tratan temas prácticos, como la coordinación y promoción periodística y la legislación relativa a prensa.
La era de un periodismo de colaboración
“Cada vez hay más historias por todas y de todas partes’’, dijo Sambrook durante una reciente conferencia para presentar su libro en el London Frontline Club. ‘‘Una historia de un país puede llevarte rápidamente a ese país’’.
El otro invitado, Bastian Obermayer, trabaja como periodista de Süddeutsche Zeitung y ha trabajado en varios proyectos exitosos de periodismo colaborativo, incluidos los Papeles de Panamá.
En 2015, una fuente anónima filtró más de once millones de documentos internos de un bufete de abogados panameño al bufete de ‘Obermayer’. Según Obermayer, los documentos también fueron compartidos con un grupo internacional de otros cuatrocientos periodistas de investigación, porque la investigación de los Papeles de Panamá era «demasiado grande y demasiado importante» para que se ocupara de ella una sola persona.
Obermayer dijo que la decisión de compartir la historia con otros periodistas se tomó por varias razones prácticas, incluido el idioma y la seguridad. “Mi fuente no quería publicarla solo en alemán”, dijo. «Así que invitamos a The Guardian, a la BBC y al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) a unirse a nosotros». Esto significó que la participación de Süddeutsche Zeitung en la historia se hizo más pequeña, agregó Obermayer, «pero la historia en sí creció mucho más de lo que había sido al principio».
Compartir la cantidad de trabajo, repartirse el riesgo
Colaborar con otros periodistas también significaba compartir cualquier riesgo, dijo: “También te das cuenta de que cuando has trabajado en una historia sobre Putin, puedes decir que cuatrocientos de tus socios tienen acceso a los mismos datos, por lo que no cabe duda de que nunca dejarás a nadie fuera».
Pero colaborar con un grupo tan grande de periodistas tiene desventajas, agregó Obermayer. “Tuvimos que trabajar con cuatrocientos compañeros, y si conoces a los periodistas, sabes que tienen un gran ego y piensan que siempre tienen la razón. Bueno, tuvimos que trabajar conjuntamente con cuatrocientos de ellos «.
Tras la exitosa colaboración de los Papeles de Panamá, a Obermayer le filtraron más de trece millones de documentos del bufete de abogados Appleby, de Las Bermudas. Con la información recién recibida, él, nuevamente decidió colaborar con otros periodistas, aunque esta vez prefirió un grupo algo más pequeño, para dar sentido a la enorme cantidad de datos y numerosas historias internacionales contenidas en lo que finalmente terminó por conocerse como Paradise Papers, serie de reportajes publicados en 2017.
Un ambiente cambiante en el periodismo
Rachel Oldroyd, editora jefe de la Oficina de Periodismo de Investigación, también participó en la conferencia y señaló que el éxito reciente de proyectos colaborativos, como los Papeles de Panamá y Paradise, había contribuido a cambiar la cultura del periodismo. La conferenciante dijo, » Colaboración solía ser una palabra tabú en el periodismo, ahora es una palabra de moda».
Oldroyd estuvo de acuerdo con Obermayer en que colaborar puede suponer un desafío. Los diferentes medios de comunicación tienen diferentes enfoques sobre la misma historia y diferentes formas de enfocar el trabajo. Los editores tienen distintas demandas y no todos poseen el mismo nivel de compromiso con una historia. “Algunos periodistas son reporteros de plantilla, otros son autónomos y, por lo tanto, no se les paga un salario. Algunos dedicaron horas de trabajo, otros dedicaron semanas. Es importante comprender cada una de las diferentes necesidades, una colaboración tiene que ser una asociación».
En el pasado, los periodistas rara vez trabajaban en colaboración con organizaciones externas, sin embargo, la conferencia estuvo de acuerdo en que las actitudes tradicionales están cambiando. Obermayer y Oldroyd dijeron que habían colaborado recientemente con expertos ajenos al periodismo que trabajaban como abogados, contables, analistas de datos y científicos de importantes proyectos de investigación.
Anne Koch, panelista y directora de programas de la Red Global de Periodismo de Investigación, ha participado en el libro con un capítulo titulado: «Periodismo de investigación y defensa: ¿aliados naturales?». Koch ha trabajado con organizaciones no gubernamentales (ONG) investigando historias en el pasado. Ella afirmó que había espacio para una mayor colaboración fuera de las redacciones, por ejemplo, una colaboración entre ONG y periodistas, aunque sus objetivos y enfoques a menudo fuesen diferentes.
“Los periodistas siempre han hablado con las ONG”, dijo Koch, que añadió que los periodistas tienen su trabajo y los activistas el suyo, pero no hay ninguna razón por la que no pueda colaborar o cooperar. «El mundo ha cambiado enormemente… y por eso parece correcto y apropiado compartir información ahora en muchos terrenos, por ejemplo, en la nueva e interesante perspectiva ecológica».
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