Decidiendo el futuro de las emisoras de los partidos políticos de Malta

6 julio 2021 • Europa, Política mediática, Reciente • by

En la pequeña isla mediterránea de Malta, se está desarrollando un interesante debate sobre si las emisoras de radio y televisión propiedad de partidos políticos van en contra de la Constitución, la cual exige imparcialidad en la difusión de noticias. De hecho, este es el tema de un caso judicial en curso en la nación del sur de Europa.

Malta es el único país de la UE en el que los principales partidos políticos, el gobernante Partido Laborista y el opositor Partido Nacionalista, son propietarios de empresas multimedia. Este sistema ha alimentado una fuerte polarización política.

¿Cómo se ha llegado a esta situación? Una Ley de Radiodifusión, aplicada el 1 de junio de 1991, abrió las puertas a la proliferación de televisiones y radios privadas. Se hizo para introducir el pluralismo en los medios de comunicación y luchar contra el monopolio de los medios estatales de la época.

¿Orgullo nacional o lealtad ciega?

Cuando le pregunté a Saviour Choircop, antiguo Decano y Profesor Titular de la Facultad de Medios de Comunicación y Ciencias del Conocimiento de la Universidad de Malta, si se debería permitir a los partidos políticos poseer medios de radiodifusión, insistió en que el orgullo nacional había sido reemplazado por la ciega lealtad partidista.

«En un Estado pequeño como Malta, la lealtad a los partidos políticos sustituye al orgullo nacional. Todos los asuntos están teñidos de una valoración partidista que a menudo conduce a una falta de análisis y soluciones adecuadas. A lo largo de los años, este modus vivendi ha dado lugar a relaciones adversas paralizantes y divisorias. Por lo tanto, la cuestión de la radiodifusión partidista es, en última instancia, si se permite que surja una identidad nacional como base de la construcción de la nación».

La producción de estas emisoras varía desde programas de revistas hasta espacios de arte, cultura y debate. Pero el leitmotiv es tan claro como una campana. Es una continua llamada a aquellos que son ciegamente leales a sus partidos. Esta agenda roba el protagonismo en los boletines informativos y en los programas de debate.

De hecho, el continuo bombardeo de contenidos de los principales partidos ha producido un debate permanente porque choca con los principios constitucionales de imparcialidad en la radiodifusión. En agosto de 2020, el portal de noticias Lovin Malta lanzó una compaña de crowdfunding para impugnar la legalidad de la concesión de estas emisoras. A la cabeza de esta cruzada se encuentra Christian Peregin, el hombre detrás de Lovin Malta. En una publicación de Facebook, este explicó cómo estas emisiones están infringiendo la Constitución maltesa.

Según Peregin: “Los medios de comunicación de los partidos han creado una cultura de la desinformación y la manipulación». Además, «lavan el cerebro a la gente para que crea que sólo hay dos formas de pensar: rojo o azul» (el rojo se asocia tradicionalmente con el Partido Laborista en el gobierno, mientras que el azul es conocido por representar al Partido Nacionalista). Añadió que las leyes «permiten a los políticos eludir la responsabilidad ahogando el verdadero periodismo». Su objetivo, afirmó, es «salvaguardar el derecho de todos a una emisión imparcial en lugar de la propaganda política».

Peregin también señaló que las emisoras de los partidos políticos no han publicado sus auditorías y tienen problemas financieros, lo que las hace peligrosamente dependientes de las donaciones de los empresarios.

Es un secreto a voces que estos medios de comunicación someten a su respectivo partido político a una fuerte presión financiera. Esto se hace evidente en las maratones de recaudación de fondos que se celebran periódicamente, en las que se pide a los fieles que aporten dinero para el mantenimiento de los medios de comunicación, además de los gastos normales de funcionamiento de los partidos.

Perspectivas contrastantes

Al parecer, los argumentos de Peregin no fueron bien recibidos por Robert Cremona, jefe de informativos de Net TV, la emisora del Partido Nacionalista. Cremona dijo que su plataforma hacía justo lo contrario de lo que se afirma y que, de hecho, las emisoras de los partidos políticos son imparciales en sus narraciones. Dejó de lado la cuestión pidiendo un esfuerzo colectivo para mejorar la ley de radiodifusión.

Al otro lado de valla, Jason Mecallef, presidente ejecutivo de ONE productions, dijo que su emisora había sido “decisiva” para el progreso de la sociedad maltesa y calificó las recientes preocupaciones de Lovin Malta como un “ataque vicioso”.

El ex director general de la Autoridad de Radiodifusión, Pierre Cassar, cree que las emisoras políticas se han convertido en un elemento básico del panorama radiofónico maltés y han servido de plataforma de lanzamiento para muchos periodistas y locutores en ciernes. Sin embargo, reconoce las interpretaciones contrapuestas de la imparcialidad que se reflejan en la Constitución y en la Ley de Radiodifusión. Y es precisamente este punto sobre el que tendrán que decidir los tribunales.

Por lo tanto, la pelota está ahora en manos de los tribunales malteses, con una vista que empezó en el mes de abril. Se espera que sea un proceso largo, ya que esencialmente se trata de decidir si las disposiciones de la Autoridad de Radiodifusión van en contra del espíritu de la Constitución.

 

Artículo original: Deciding the future of Malta’s political party broadcasters

Traducción: Camila Sánchez Checa García Godos

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