Cómo informan los medios búlgaros sobre las minorías

28 enero 2025 • Entradas recientes, Europa, Política mediática, Reciente • by

Traducción realizada por Marina Goñi

El Código Ético de los Medios de Comunicación búlgaros adopta una postura clara contra la discriminación. Sin embargo, un estudio de la imagen de diversos grupos minoritarios en los medios de comunicación búlgaros en 2023 muestra que la realidad informativa difiere en muchos casos de este código moral. El informe analiza cómo los medios de comunicación búlgaros informan sobre las minorías, retratan a los grupos minoritarios tradicionales, a ciertos grupos vulnerables como las personas LGBTI, los inmigrantes de Oriente Medio y el Norte de África y los refugiados de Ucrania. Mientras que algunos grupos son tratados con neutralidad otros son el blanco de muchos medios. Y a medida que cambia la geopolítica, la dinámica de la incitación al odio también parece cambiar.

Bulgaria es miembro de la UE desde 2007. Sin embargo, tras la transición democrática el país se enfrenta a muchas cuestiones sin resolver en las esferas política, económica y social. Teniendo en cuenta estas realidades sociopolíticas complejas y las múltiples dependencias de los medios de comunicación que han surgido en las tres últimas décadas, hemos observado los principales medios búlgaros para examinar la imagen mediática de las minorías y los grupos vulnerables. Los esfuerzos de investigación se centraron principalmente en las actitudes hacia los romaníes, los turcos (excluyendo las publicaciones sobre el partido Movimiento por los Derechos y las Libertades), los musulmanes búlgaros (pomaks), los judíos, armenios, macedonios (en relación con los ciudadanos búlgaros que indican una identidad macedonia en los censos), la comunidad LGBTI, pero también los inmigrantes, incluyendo los refugiados ucranianos.

Metodología

La investigación abarca el periodo comprendido entre enero y febrero de 2023. La selección de las publicaciones relevantes para el análisis se realizó mediante una búsqueda sistemática en Google basada en un conjunto de palabras clave. Utilizando el método cuantitativo estandarizado de análisis de contenido, se monitorizó  la información de 13 grandes medios de comunicación. Entre ellos se encontraban los sitios web de noticias de las dos mayores cadenas de televisión privadas, bTV y Nova TV, las cadenas públicas y las ediciones en línea de varios periódicos.

Los contenidos se codificaron en función de las siguientes categorías predefinidas: minoría/grupo vulnerable, género, autor y actitud (del periodista/autor) hacia ellos.

Para orientarnos mejor, recurrimos al Código Deontológico de los medios de comunicación búlgaros (2004), que establece: 

«2.5.2. No hacemos referencia a la raza, religión, etnia, orientación sexual, condición mental o física si estos hechos no son esenciales para el significado de la información».

En cuanto a los “discursos de odio”, tipificados como delito en el Código Penal búlgaro, utilizamos las definiciones de la Asociación de Periodistas Europeos (AEJ). 

Panorama general de las minorías y los grupos vulnerables en los medios de comunicación

Los resultados muestran que las publicaciones sobre inmigrantes son dos veces más frecuentes que todas las demás publicaciones sobre minorías y grupos vulnerables juntas (63%). Esto puede explicarse por los grandes flujos migratorios durante el periodo estudiado, que procedían de Oriente Medio y el Norte de África y pasaban por Bulgaria hacia Europa Occidental. 

Cabe suponer que el aumento de la divulgación por parte de las fuerzas de seguridad sobre los canales utilizados por los traficantes de seres humanos también contribuye al predominio general del tema de los «migrantes» en comparación con otros «temas de minorías». En este contexto, llama la atención el número relativamente bajo de publicaciones sobre Ucrania, concretamente sólo el 4%. Esto puede explicarse por la dinámica cambiante del flujo de refugiados procedentes de Ucrania, que alcanzó su punto álgido inmediatamente después de la agresión rusa a principios de 2022.

Los grupos romaní y LGBTI siguen en segundo y tercer lugar con aproximadamente el mismo número de publicaciones: 13% y 12%. Las publicaciones sobre judíos ocupan el cuarto lugar, con un 4%. Las publicaciones sobre otros grupos minoritarios son estadísticamente insignificantes en relación con la población estudiada. No se registró ninguna publicación sobre la minoría macedonia. 

Predominan las noticias impersonales

Dado que la gran mayoría (casi el 90%) de las publicaciones son textos informativos, no es sorprendente que el 55% del material no esté firmado por autores individuales. Las entrevistas, los reportajes, los textos interpretativos y los retratos representan el 12% del total de publicaciones. El 40% de estas publicaciones fueron escritas por periodistas, sólo el 16% proceden de expertos y aún menos, seis, de políticos. 

El escaso número de autores de las dos últimas subcategorías puede considerarse una prueba indirecta del interés más bien superficial de los medios de comunicación búlgaros por estos temas. Cabe destacar que ningún autor fue identificado como miembro de una minoría o grupo vulnerable.

Actitudes de los medios de comunicación hacia las minorías y los grupos vulnerables

La cobertura de los inmigrantes incluye información sobre la persecución o detención por parte de las autoridades, la trata de seres humanos y la explotación política de los inmigrantes con fines de relaciones públicas, sobre todo por parte de la Fiscalía General. Los medios de comunicación también informaron sobre cuestiones migratorias desde una perspectiva internacional.

La mayoría de los medios monitorizados no tienen una actitud claramente definida hacia los migrantes y su destino. En más del 90% de las 465 publicaciones, el tono es generalmente neutro. El 8% tiene una actitud positiva hacia ellos. A diferencia de las publicaciones sobre migrantes africanos y asiáticos, los artículos sobre los refugiados ucranianos son casi exclusivamente positivos (85%).

El planteamiento general es prudente y evita los extremos. Aunque algunas publicaciones mencionan la “presión migratoria”, no presentan a los inmigrantes como una amenaza importante para el país ni incitan al odio o al resentimiento xenófobo. Sin embargo, la perspectiva de los inmigrantes no tuvo visibilidad.

En general, los medios de comunicación reaccionan ante las historias que implican a inmigrantes, pero rara vez envían a sus propios reporteros al lugar de los hechos, rara vez invitan a los inmigrantes a participar en los debates y, en su mayoría, utilizan la información y los comentarios de otros medios. El destino de los propios migrantes apenas es el foco de atención. El trágico caso cerca del pueblo de Lokorsko, en Sofía, en el que murieron 18 personas y muchas resultaron heridas, fue una excepción. Sin embargo, al igual que en otras tragedias  que involucran a inmigrantes y minorías en Bulgaria, el sensacionalismo prevalece a expensas de la humanidad y la comprensión (“Horrible tragedia: 18 migrantes hallados muertos cerca de Sofía,” Telegraph, 17/02/2023; “Fotos de la furgoneta en la que murieron 18 migrantes,” Trud, 18/02/2023).

Sólo los sitios web de noticias y análisis de alta calidad Sega y Dnevnik, así como la emisora pública BNR, proporcionan más información de fondo y contexto. Han desplegado sus propios recursos periodísticos para cubrir la cuestión y han invitado a expertos de renombre a comentar el suceso.

Menos discurso anti-romaní, pero sin cambio cualitativo

En el 40% de las publicaciones que tratan de la comunidad romaní pueden describirse como neutras; casi un tercio de las publicaciones pueden describirse como positivas. Sin embargo, en el último tercio de los artículos, la actitud retratada es abrumadoramente negativa, y algunas publicaciones rozan el «discurso del odio». 

El peso de este discurso de odio inclina la balanza de la información hacia la actitud negativa predefinida que ha dominado los medios de comunicación durante las tres últimas décadas. La imagen de los romaníes en los medios de comunicación, que parece haber evolucionado hacia la neutralidad, sigue conteniendo implícitamente componentes bastante negativos. La atención de los medios se centra en historias de delincuencia, por ejemplo violencia doméstica, operaciones policiales contra la delincuencia en zonas residenciales, compra de votos. Expresiones como “un grupo de romaníes atacó”, “cinco romaníes atacaron”, etc. están muy extendidas. Rara vez se da voz a los romaníes; su perspectiva suele estar ausente en la narrativa de los medios de comunicación. 

La práctica generalizada de citar la etnia del agresor como motivo del delito persiste y es un enfoque característico que sólo entra en juego cuando se presenta a los romaníes. 

La cobertura mediática de la población romaní durante el periodo de observación también mostró algunos enfoques nuevos. Por un lado,  hubo una disminución visible en el número de artículos anti-romaníes en 24 Hours y Trud en comparación con el mismo período en 1997 y 2019, y en Telegraph comparado con el mismo periodo en 2019. En enero y febrero de 2023 la cuestión de los romaníes dejó de ser objeto de atención mediática negativa, como ocurría hasta hace poco. 

Llama la atención que el lenguaje utilizado por los medios para referirse a los romaníes se caracteriza por expresiones comparativamente prudentes. La deshumanización de la comunidad romaní, la demonización, las expresiones vulgares y las inferencias ofensivas sobre todo el grupo étnico, que hasta hace poco caracterizaban a los medios, han disminuido. Sin embargo, el cambio relativamente abrupto en la cobertura mediática de los romaníes no ha derivado en actitudes más positivas o inclusivas, salvo por un descenso de publicaciones relacionadas con romaníes y una ligera mejora cualitativa en la información proporcionada. El menor interés de los medios va de la mano de una reducción parcial de prejuicios y agresiones hacia los romaníes. 

Las posibles razones de la disminución del discurso anti-romaní podrían ser la “cuestión migratoria”, que se solapó con el discurso público en el periodo analizado, o la identificación de las personas LGTBI como objetivo alternativo para los medios antiprogresistas. Sería precipitado describir este fenómeno como una normalización del discurso sobre la comunidad romaní por parte de los medios de comunicación. 

LGTBI – ¿El nuevo objetivo?

Este estudio identificó 89 publicaciones sobre la comunidad LGTBI durante el periodo de investigación. Aproximadamente la mitad de estas publicaciones son neutrales, mientras que un 40% tienen un enfoque negativo, algunas incluso contienen discursos de odio. Distintas ediciones, como Trud, Glasove y, en menor medida, 24 Hours, abordaron activamente la temática de la comunidad, mostrando un mayor interés y un sesgo negativo. En el caso de Trud, por ejemplo, los representantes de este grupo son presentados como pro género, y se denomina “ideología de género” a la temática en cuestión. Expresiones como “fraude de género brutal”, “la obsesión de Bruselas con la ideología de género” y “revisión de la biología y la normalidad” son comunes. En estas publicaciones, las personas LGTBI son presentadas como una amenaza para la sociedad y el futuro del país.

Este tipo de deshumanización y estigmatización es muy similar a la que Trud ha dirigido hacia la comunidad romaní en el pasado reciente. Esta observación sugiere que el “objeto de odio” ha cambiado. Se requieren más estudios comparativos y retrospectivos en más medios de comunicación para determinar si existe realmente una realineación del discurso “anti” en los medios de comunicación. 

Los demás grupos minoritarios rara vez reciben una cobertura mediática independiente. La percepción de los turcos, los búlgaros musulmanes y los armenios suele ser tradicionalmente favorable. A diferencia de los romaníes, no se les describe como distintos de la mayoría, sino como una parte integral del país.

Conclusión: ¿Cómo representan los medios a “los otros”?

Es difícil hacer una valoración general de la imagen que dan los medios de los grupos estudiados, debido sobre todo a su heterogeneidad y a los matices existentes en el espectro mediático. Es evidente que la mayoría de los 13 medios estudiados han adoptado el estilo que surge de las normas éticas fundamentales de la profesión periodística, definidas en el Código Deontológico de los Medios de Comunicación Búlgaros, aunque en diferentes grados.  

Dnevnik, Sega y algunos programas individuales de BNT y Nova TV no sólo cubren los problemas de las minorías y los grupos vulnerables en las noticias, sino que también ofrecen espacio para el análisis en profundidad por expertos de renombre. Adoptan una posición clara y activa, tratando de educar al público en lugar de cubrir pasivamente los acontecimientos.

Las tres cadenas de televisión principales suelen tener en cuenta los valores progresistas y la responsabilidad social del periodismo a la hora de cubrir temas minoritarios. Sin embargo, también se observan algunos déficits, que pueden ser explicados por la cautelosa atención que se brinda a los sectores más tradicionales y conservadores de la audiencia.

Varios medios de comunicación que no respetaron la ética profesional en relación con los grupos minoritarios y vulnerables pertenecen al sector más conservador, como Trud, Glasove y Epicentre y, en cierta medida, aunque de forma más diferenciada, 24 Hours. Su línea editorial es claramente opuesta a los principios de lo políticamente correcto. La identificación de la comunidad LGBTI como objetivo principal de la incitación al odio en este estudio se debe a las publicaciones en estos medios específicos.

Este estudio nos lleva a concluir que, a pesar de los graves déficits del sistema mediático búlgaro, diagnosticados periódicamente por instituciones y ONGs internacionales y búlgaras, el pluralismo en los medios de comunicación respecto a la visibilización de grupos sociales vulnerables se mantiene. Sin embargo, ese pluralismo, aún en desarrollo, se manifiesta a través del eje liberal-conservador.

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