La invasión rusa de Ucrania ha aumentado la visibilidad pública de El Orden Mundial (EOM), un medio de comunicación en español que ha sabido cómo diferenciarse y desmarcarse de los típicos periódicos digitales. Este medio es apuesta por nuevos formatos y nuevas maneras de tratar la actualidad internacional en un medio donde la mayor parte de contenidos no son elaborados por periodistas.
“Cogemos temas complejos, y los explicamos de manera sencilla”, así define, Eduardo Saldaña, codirector de El Orden Mundial (EOM), la metodología de su medio. EOM comenzó en 2012 como un blog en el que los estudiantes escribían como hobby, como sucede en varias revistas digitales. Hoy en día se ha convertido en un destacado “medio de análisis, divulgativo e independiente”, que incluso a veces es tratado como fuente primaria. ¿Pero cuál es su peculiaridad?
La historia y la geopolítica son cuestiones que siempre han afectado al ser humano y a los diferentes Estados que se han ido formando a lo largo de la civilización. Por lo que el impulso de la creciente lucha contra la desinformación, y la finalidad de “educar a la gente en temas de internacional”, son algunas de las claves su éxito en cuanto a lo que credibilidad se refiere.
En vez de ofrecer información del día a día como los medios de comunicación, este en concreto ha puesto en marcha otro funcionamiento. La base de sus artículos es la especialización y la apuesta por los grandes temas. Se toman eventos globales de simbólica magnitud e interés como ha sido el caso de la Guerra de Ucrania, y a partir de esta temática se van elaborando una serie de artículos relacionados únicamente con dicho conflicto, explicando causas, antecedentes y distintos puntos de vista que ayudan a comprender su marco geopolítico.
El titular se concibe, al igual que en el periodismo, como la parte más importante, ya que sirve de escaparate para que el lector se interese por la información. Por cada artículo que se realiza en el EOM, los 8 trabajadores que la componen se reúnen para determinar cuál es el titular adecuado para no caer simplemente en el clickbait. A parte de ello, practican el límite de 1.200 palabras por pieza para mantener el interés.
Explicar la realidad a través de mapas
La cartografía es una de las grandes inversiones de El Orden Mundial, y en la mayoría de sus artículos no puede faltar un mapa que lo acompañe. Según señala su codirector, en algunas ocasiones se tarda más en realizar un mapa que escribir el artículo en sí, pues dichos mapas tienen que estar adaptados al contenido y ser fáciles de entender a primera vista para situar geográficamente al lector.
Los mapas se han convertido en uno de sus mayores atractivos, pues muchos de los suscriptores son profesores que utilizan los mapas de EOM en sus clases. En la redacción cuentan con dos cartógrafos, de los cuales uno es periodista de datos y el otro geógrafo, dos especialidades que se complementan para sacar el máximo partido a la cartografía. Además, todos los mapas son estáticos y se pueden descargar, ya que al ser un medio dirigido a todo el mundo de habla hispana se ha tenido en cuenta el hecho de que en América Latina la conexión a Internet es menos veloz que en Europa.
Modelo de negocio y embudo de conversión
Como empresa informativa es primordial no depender únicamente de una sola fuente de ingresos, ya que la solvencia económica es la que determina su independencia mediática. Con esto en mente los codirectores del medio a tratar no han apostado por un modelo estático, sino que es un modelo que se va actualizando cada dos años.
“Si la gente está dispuesta a pagar Netflix, también lo está a pagar por la información”, destaca Eduardo Saldaña, y desde esta premisa han logrado definir muy claramente su target, en su mayoría jóvenes interesados en temas internacionales, o profesores de instituto. Lo que priman es el valor añadido que le otorgan a la calidad del tratamiento informativo. En cierto modo resulta paradójico al cumplirse con la función social periodística, incluso siguiendo los mismos valores en cuanto a calidad de tratamiento, pero exceptuando la presencia de la actualidad instantánea.
El EOM no parte de una línea ideológica marcada como otros grandes periódicos, sino que busca informar de manera imparcial. Algo que resulta más fácil dada su temática, y temporalidad pues los medios de comunicación compiten entre ellos por quien es el que gana la batalla de la inmediatez, en cambio en los temas que trata este medio, ello recae en segundo plano, pues se prima la calidad y el análisis a la instantaneidad mediática.
La ardua competencia entre los medios de comunicación y las redes sociales ha llevado a los periódicos digitales a apostar por modelos basados en muros de pago. Su verdadero reto, explica, es llegar alto, ya que “cuando llegas a la cima es difícil que se te caigan todos los suscriptores a la vez”, pero lo complicado de esto es tener que mantener en todo momento, la credibilidad y la calidad informativa como medio. Eduardo Saldaña destaca que El Orden Mundial cuenta con cerca de 4.000 suscriptores, y ello se debe a que el coste de abonarse es una cifra asequible a todos los bolsillos. A ello ayuda su sistema de embudo de conversión.
El procedimiento consiste en clasificar los artículos en tres categorías: los de contexto general, de contexto específico y los muy específicos. Se trata de temas de lo más sencillo a lo más especializado, dirigidos a diferentes públicos, y esta diferenciación se traslada en el muro de pago. Por otro lado, se da suma importancia a los denominados “usuarios ballenas blancas”, aquellos internautas que aunque no son suscriptores consumen su contenido: lo que se hace con ellos es darles una muestra, y una vez que se han enganchado a la información del medio se les restringe el acceso, y aunque en un principio no querían suscribirse terminan haciéndolo.
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