La educación bilingüe, bajo la lupa de los medios de comunicación

Inmersión Lingüística. Fuente: Pinterest

29 marzo 2022 • Ética y libertad de expresión, Reciente • by

La guerra lingüística entre inmersión y educación bilingüe no tiene final en las Comunidades Autónomas Españolas con dos lenguas cooficiales. «Discriminación positiva», «cohesión social», … Son algunos de los términos recurrentes empleados por la mayoría de los medios de comunicación catalanes en defensa de la inmersión lingüística del sistema educativo catalán por la sentencia del caso Canet. Esta resolución es aplaudida por los medios de comunicación  nacionales ante la «segregación” del idioma español y el “acoso” a los catellanoparlantes.

Una familia del pueblo catalán de Canet del Mar presentó un recurso ante la Generalitat y después ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), exigiendo que su hijo de 5 años recibiera el 50% de las clases en español. La sentencia judicial resolvió en contra de la inmersión lingüística aplicada, garantizando un 25% de la enseñanza en español y la impartición de dos asignaturas en español. 

Los medios de comunicación nacionales recogen la reacción de los sectores catalanes contrarios a la sentencia: declaración institucional de desobediencia a la resolución del TSJC; campaña mediática a través de los redes sociales y acoso y hostigamiento delante del centro escolar, con  insultos y amenazas de autoridades y ciudadanos independentistas radicales a la familia del niño discriminado en Canet. Como ejemplo bochornoso, Jaime Fàbrega, independentista y antiguo profesor de la Universidad Autónoma escribió en un tweet: «me apunto a ir a apedrear a la casa de ese niño.

Pero, ¿cómo se ha llegado a esta situación de enfrentamiento en Cataluña? Tras la dictadura franquista en la que la lengua catalana no era oficial, se consensuó la normalización lingüística equiparando ambas lenguas. Pero por presiones del nacionalismo separatista, la posterior orquestación a nivel político de la inmersión continúa discriminando a los castellanoparlantes.

Los medios nacionales critican continuamente el tipo de inmersión que ha erradicado el idioma español de la Administración, la enseñanza y la mayoría de los ámbitos. Concretamente en la enseñanza, el idioma español, reducido al término «castellano», está gravemente discriminado pues solamente se imparte en la asignatura de Lengua Castellana dos horas a la semana en Primaria, tres en Secundaria y dos en Bachillerato. Curiosamente, según el barómetro del EGM (1918) los catalanes hablan más el español (76%) que el catalán (58%).

Cataluña. “La lengua no se puede prohibir ni imponer»

En la prensa nacional  conservadora aparecen titulares como «El objetivo del nacionalismo es implantar el monolingüismo» (ABC, 2018);  «Baleares: toda la educación puede ser en catalán» (El Mundo, 2021); «Los profesores catalanes llaman a desobedecer la sentencia del 25 % de castellano» (La Razón, 2020);  etc.; así como en  los diarios de izquierda, El País «Inmersión lingüística, ¿todo por el pueblo, pero sin el pueblo?», El Periódico: «Inmersión: España no se lo puede permitir», El Diario: «Los mitos sobre la inmersión lingüística», etc.

A su vez critican la inhibición del Gobierno de España ante la política lingüística catalana y se solidarizan con las asociaciones civiles catalanas como Asamblea por una Escuela Bilingüe, Hablamos Español, Sociedad Civil Catalana, Profesores por el Bilingüismo, Convivencia Cívica Catalana, etc; estas organizaciones sostienen que ser bilingüe debe ser un instrumento de convivencia, no de confrontación porque “la lengua no se puede prohibir ni imponer» (2021).

Sin embargo, los medios catalanes niegan está realidad y construyen una imagen falsa de la inmersión; tanto los únicos periódicos generalistas con ediciones en español y catalán, que tienen mayor tirada (La Vanguardia, El Periódico y el País) como los que editan solo en catalán que son mayoría. Entre éstos los diarios El Punt Avui, Ara y L’Esportiu, …; la numerosa prensa comarca (Segre, Regió7, Diari de Girona, El 9 Nou, ….); las revistas en catalán (El Temps, Sàpiens, etc.); los numerosos diarios digitales en catalán (VilaWeb, Racó Català, Nació Digital, Ara.cat324.cat, ….). Prueba de  este adoctrinamiento es que los diarios en catalán no paran de crecer año tras año.

La Radiotelevisión catalana prácticamente solo emite en catalán salvo algunos anuncios e informativos, tanto los canales públicos como los privados:  TV3, Catalunya Rądio, À Punt, Radio Nou, Radiotelevisión, IB3 Televisió y 8tv como canales generalistas y El 33, 3/24, Canal Super3, Esport3, Barça TV y Fibracat TV como canales temáticos. 

La estrategia victimista empleada por los medios catalanes justifica la inmersión del  catalán como una herramienta de cohesión social y territorial;  claro ejemplo de la hispanofobia nacionalista. Curiosamente, sí aceptan la educación bilingüe con otros idiomas extranjeros como el inglés y el alemán.

País Vasco. «Para ser buena persona hay que saber euskera»

Una minoritaria parte de la prensa vasca (El Correo, Tribuna del País Vasco, etc.) critica la imposición política de la inmersión lingüística de un estandarizado euskera por la presión de la coalición abertzale y las ikastolas; a diferencia del País Vasco francés, donde el gobierno francés vela por la impartición de una educación bilingüe.

En teoría la oferta educativa es opcional y bilingüe: el modelo D (todo en euskera menos la asignatura de español), el modelo A (todo en español menos la asignatura de euskera) y el B (mixto). En la práctica solo cursan el modelo bilingüe B el 20%; mientras que los otros dos modelos son prácticamente monolingües, pero con la diferencia de que el modelo D es elegido por el 65% del alumnado mientras que al modelo A solo opta el 11%.

En la práctica el Gobierno Vasco ha impuesto el modelo D que favorece la enseñanza en euskera, tras convertir el modelo A en un gueto de colectivos desfavorecidos, con la colaboración de la propaganda de desprestigio del modelo A de la mayoría de los medios de comunicación vascos (Radio Televisión Vasca, Diario Vasco, Deia, Gara, Berreia, etc.) con campañas oficiales  infames donde se dice «tu hijo será analfabeto si no va a euskera¨. Actuaciones a favor de la inmersión lingüística del euskera en clara la contradicción con la realidad vasca: el 70% de la población vasca  son castellanoparlantes en el hogar y en la calle.

 

Galicia.  La Xunta: «ninguna persona culta debería atreverse a hablar en castellano en público»

Como preámbulo es preciso hacer constar, por una parte, que dos tercios de la población residente en Galicia habla prioritariamente en gallego, con predominio en la zona rural; aunque el porcentaje se reduce si se trata de leer o escribir en gallego (el castellano siempre de vinculó al éxito). Por otra parte, la mayoría de la prensa gallega se edita en español y gallego, un minoría solo en castellano (El Correo, etc.) y solo existe un diario editado en gallego: el reciente Nòs Diario.

Dispar es la opinión mediática  sobre el tratamiento que recibe el idioma gallego. La Voz de Galicia, El Ideal Gallego, El Correo Gallego, entre otros diarios, sostienen que el bilingüismo promovido por La Xunta en el currículum escolar, respeta la libertad individual y enriquece la convivencia de dos comunidades parlantes».

Sin embargo la prensa nacional, por ejemplo el diario digital «El Español», critica al PP
que gobierna la Xunta porque presume del equitativo bilingüismo gallego, pero prohíbe usar el español en las programaciones didácticas escolares o cuando hace declaraciones textuales como «ninguna persona culta debería atreverse a hablar en castellano en público».

La mayoría de la prensa provincial, critica la agonía de lengua gallega, excluida de la  Administración,  la justicia, de la economía y del área de Matemáticas. Incluso, la edición regional de El País, lo manifiesta con su titular: «Alerta lingüística en Galicia: los niños y jóvenes pierden el gallego». Como contrapunto la Televisión de Galicia y la Radio Galega (CRTVG), emiten una programación en gallego, exceptuando ciertos anuncios e informativos.

En conclusión, la política de normalización del catalán, vasco y gallego; lenguas discriminadas durante la dictadura franquista, no ha cesado de evolucionar desde el logro democrático de la cooficialidad. De un prometido bilingüismo en un plano de equidad de ambas lenguas, se ha derivado a unas políticas gubernamentales autonómicas, secundadas por los medios de comunicación autonómicos, con imposición de la inmersión lingüística en un intento de imponer el monolingüismo de la lengua materna.

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