Alfredo Casares es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra y realizó un Master en Administración y Dirección de Empresas. Ha sido profesor asociado en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y ha dirigido proyectos que han recibido varios premios nacionales e internacionales. También, ha trabajo en The Miami Herald en Estados Unidos, como redactor jefe de la edición en español (El Nuevo Herald). En España, ha trabajado en el Diario de Navarra, donde, como director de nuevos contenidos, fundó en 2013 el primer laboratorio de innovación en un periódico español.
En la actualidad, aboga por una nueva forma de periodismo: el Periodismo Constructivo. Es director del Instituto de Periodismo Constructivo, una iniciativa que ha recibido el apoyo del Solution Journalism Network por medio de la LEDE Fellowship 2021.
Pregunta: ¿Cómo surgió el periodismo constructivo?
Respuesta: «El periodismo constructivo surge como concepto hacia 2015 y es una intersección entre la psicología positiva y el periodismo. Hay un par de periodistas, Karen McIntyre y Catherine Gyldensted, que deciden formarse en psicología positiva y el resultado es este.
La psicología positiva se centra en por qué hay personas que son muy felices y qué les hace ser tan felices y qué podemos aprender de eso. Lo que hacen es aplicar este principio al periodismo y deciden investigar lo que funciona bien y qué podemos aprender como sociedad de eso.
La denominación de periodismo constructivo en Europa viene de ahí. En ocasiones se utiliza el sinónimo “periodismo de soluciones” que es un concepto estadounidense, sobre todo, que nace formalmente hacia 2010 y lo que trabaja fundamentalmente es hablar de los problemas y desafíos sociales, no solo desde la perspectiva del problema, si no también contando qué iniciativas hay en marcha para intentar resolverlos y tratar e informar estas iniciativas con mucho rigor, con las mismas que se trata las mismas cuestiones periodísticas.
Hay un movimiento en todo el mundo a favor por un periodismo más orientado al futuro, orientado a las soluciones, a lo constructivo, especialmente en estos últimos 3 o 4 años y los medios están adoptándolo e integrándolo en sus estrategias.
Hay organizaciones que nacen para apoyarlo y hay facultades de periodismo que también deciden enseñarlo. A mi juicio, esto tiene que ver con la velocidad del relato informativo, los bulos, la fatiga que tiene los ciudadanos, la desconfianza hacia las instituciones y la desconexión.
Yo acabo de fundar el Instituto de Periodismo Constructivo y he publicado el libro que se titula “La hora del periodismo constructivo” y con ello lo que pretendo es impulsar un movimiento en España que es muy incipiente y creo que tenemos la necesidad de hacerlo».
P: ¿De qué forma promueve el periodismo constructivo?
R: «El Instituto de Periodismo Constructivo tiene varias líneas de trabajo. Una es la divulgación.
Es muy importante que hablemos de él, cosa que no ocurría hasta hace muy poco. Es destacable introducir en la conversación profesional y social la necesidad de este tipo de periodismo. Para eso, publicamos artículos tanto en nuestro blog como en nuestros medios.
Otra es la formación. Por un lado, de periodistas y hacemos talleres y programas de capacitación. También asesoramos medios, no solo a cómo practicarlo o cómo hacer de manera más consciente un periodismo constructivo, sino cómo incorporarlo a sus tres estrategias editoriales.
También la formación en universidades. Hemos introducido el periodismo constructivo en unos 140 estudiantes de periodismo en España, en la Universidad de Navarra trabajamos un proyecto durante varios meses de puesta en práctica, hemos estado en A Coruña en el Máster de “La Voz de Galicia”, en la Universidad de Valladolid y estaremos en la Universidad Pública de Navarra en unas semanas».
P: ¿En qué se diferencia este tipo de periodismo al tradicional?
R: «No estoy seguro de si hablaría de periodismo tradicional.
El hecho es que el periodismo tradicionalmente por cultura tiene un sesgo hacia la negatividad. El periodismo tiende a fijarse en una parte de la realidad que normalmente está más relacionada con el drama y el conflicto. Desde hace 50 años el modelo periodístico es el modelo de investigación de denuncia. Desde el Watergate ese es el tipo de periodismo de comunicación y que además los lectores esperan leer.
Hay también un pesimismo intelectual en los periodistas porque nos han entrenado para ser muy críticos y no nos gusta ser ingenuos ni parecerlo.
Todo esto hace que los medios cuenten la realidad de una manera que hay un desequilibro porque prestamos más atención a lo negativo y a lo conflictivo que a otras cuestiones y esto hace que no ofrezcamos una imagen todo lo fiel que podría ser de la realidad.
Lo que el periodismo constructivo plantea es equilibrar y denunciar, de manera complementaria, porque creemos que hay que hacer un esfuerzo para investigar lo que si funciona para hacer visible las iniciativas que hay y que están teniendo resultados muy importantes. De esta manera equilibraremos y seremos más fieles a contar la realidad».
«Creo que muchos periodistas han hecho y están haciendo un periodismo de este tipo sin llamarlo así»
P: ¿Considera que este periodismo puede llegar a estar implementado y usado por todos los periodistas?
R: «Sí. Cualquiera puede hacerlo. Creo que muchos periodistas han hecho y están haciendo un periodismo de este tipo sin llamarlo así. Cuando hablo con colegas de medios, periodistas o directivos de medios de comunicación, se reconocen en este discurso.
Lo que ocurre es que, probamente, hay una diferencia que tiene que ver con tomar conciencia de que quieres hacerlo, y este ejercicio es para mi muy importante. Hay que hacerlo más a menudo, con más conciencia, saber para qué quieres hacerlo y, a partir de ahí, cada uno que trate estos principios. Cualquier periodista en cualquier medio puede hacerlo».
P: La página web del Instituto de Periodismo Constructivo informa de que trabajáis con algunos medios, ¿cómo les aconsejáis para introducir este periodismo?
R: «Con los medios trabajamos, por un lado, asegurándonos de que sus equipos directivos entienden bien la oportunidad que se les ofrece y tienen una voluntad muy clara de que sus equipos participen en este tipo de periodismo y comiencen a practicarlo de manera más consciente y regular.
Después, capacitar a los periodistas por medio de talleres y reflexiones y acompañarlos en la puesta en práctica en los primeros ejemplos y a partir de ahí ver fórmulas para incorporar este periodismo más constructivo y de soluciones a la estrategia editorial de forma permanente».
P: Si se implantara este periodismo en toda España, ¿cuáles son los obstáculos que se pueden encontrar a la hora de establecerlos?
R: «No tengo claro los obstáculos que puede haber. Si que hay algunas preguntas que algunos periodistas suelen tener.
La primera es si hay que dedicarle más tiempo o no a este tipo de periodismo y la respuesta es sí. Pero es igual que para hacer buen periodismo, que hay que dedicarle tiempo.
Hay otra pregunta que nos suelen hacer y es con la percepción que algunos periodistas pueden tener. En ocasiones hay un cierto escepticismo por entender bien de lo que hablamos porque esto no es periodismo positivismo ni es periodismo de relaciones públicas, esto es un periodismo riguroso para explicar lo que sí funciona y a partir de ahí tiene otras connotaciones importantes como mirar hacia el futuro, inspirar a los ciudadanos y conectarlos entre sí, generar conversaciones valiosas, moverlos a la acción…
Hay una tercera pregunta que tiene que ver con el negocio y es si este tipo de periodismo va ayudar al negocio. Es una pregunta muy razonable, pero yo creo que merece la pena probar y si practicamos este tipo de periodismo, está acreditado que la vinculación con los ciudadanos aumenta. Además, va a diferenciarnos de la competencia, nos va a permitir hacer aportaciones sociales y equilibrar el relato y esto tiene que tener una respuesta de las audiencias con toda seguridad».
Fotografía de Alfredo Casares. Sin copyright.
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