Pagar por un periódico en un quiosco era una costumbre arraigada. Pagar por el mismo contenido en ese lugar llamado internet (en el muro de pago del periodismo), no acaba de afianzarse como lógica de consumo mediático. La cultura de la gratuidad del mundo virtual ha propiciado que el periodismo esté viviendo en el siglo XXI una de sus mayores transformaciones. Los avances tecnológicos han hecho que una costumbre tan arraigada como ir a comprar el periódico se esté diluyendo en favor de la consulta de las versiones digitales de los medios. El papel está siendo sustituido por smartphones, tabletas u ordenadores.
En 2015, los españoles compraban diariamente 2.037.000 ejemplares. Tan solo 5 años después, en octubre 2020, la cifra descendió hasta 1.123.000. Las ventas en los quioscos han caído a límites insospechados. La que había sido durante décadas la fuente principal de ingresos de los periódicos se ha visto mermada de forma terrible a medida que el mundo digital invade cada rincón del sector.
Estos medios tuvieron entonces que reinventarse, tanto en la forma como en el fondo, con medidas drásticas incluidas, como fuertes reducciones de plantilla en cabeceras de renombre, o la necesaria conversión a medios multimedia. El modelo de negocio ha cambiado, y lo que es una parte esencial de cualquier empresa, la fuente de ingresos, también. A la publicidad de las páginas web se le han sumado métodos de suscripciones; un panorama bautizado como muro de pago.
Más medios de pago
En cuestión de pocos años, la versión digital de los medios más reconocidos ha sufrido un claro viraje hacia los contenidos bajo suscripción. Es decir, un gran número de trabajos periodísticos requieren pasar por caja (o, mejor dicho, por pago virtual) para visualizarlos y leerlos.
Los reportajes en profundidad y, sobre todo, la sección de opinión son los protagonistas de este suceso. Aunque medios como El País, ABC o El Español permiten leer hasta 10 artículos de forma gratuita al mes sin haber hecho pago alguno. No obstante, es una tónica habitual que las noticias permanezcan accesibles para todos los lectores.
Dos de los últimos medios en adoptar al muro de pago han sido El País y ABC. El medio del grupo Prisa entendió que había llegado el momento de dar el paso hacia este método de financiación en pleno confinamiento domiciliario causado por la pandemia, en abril de 2020. Por otro lado, ABC, con más de un siglo de historia, lanzó en octubre del mismo año su método de pago.
Antes ya habían apostado por este modelo nativos digitales como eldiario.es, El Español y OKDiario. Asimismo, la cabecera tradicional que abrió el camino a las siguientes fue El Mundo, en 2019. También son muchos los periódicos regionales que no han faltado a esta transformación: El Diario Vasco, Ara, La Voz de Galicia o El Faro de Vigo son algunos de ellos.
En lo que respecta al precio, las cifras son muy cambiantes debido a las numerosas promociones existentes. Es muy habitual que haya un período de prueba gratuito u ofertas por tan solo 1 euro para disfrutar de las ventajas durante uno o más meses. Además, también se ofrecen suscripciones anuales que abaratan el coste.
Aceptación y audiencia
Podría decirse que eldiario.es es el gran triunfador en este apartado. “El periodismo independiente no se paga solo”, dicen en su web. Con solo 9 años de vida, ocupa el segundo puesto del ranking de las suscripciones a los medios digitales con sus más de 60 mil lectores de pago. El primero lo ostenta El País, a pesar de llevar tan solo 1 año (abril 2020 – abril 2021) con su modelo de suscripciones. En 11 meses, superó la cifra de 100 mil fieles.
Más abajo en esta estadística, rondando los 50 mil, aparecen El Mundo y Ara. Otros medios independientes como Infolibre han llegado a cotas muy altas: en marzo de 2021 superaron los 13 mil suscriptores. Además, el digital comandado por Jesús Maraña innovó en 2018 al incluir la función “suscríbete con Google”, facilitando el proceso de hacerse socio con la fórmula que usaron The Washington Post, The New York Times o The Telegraph.
Por otro lado, aquellos proyectos atractivos y originales están recibiendo por esta vía el apoyo que necesitan para ser rentables económicamente. Es el caso de El Orden Mundial. Fundado en 2012, su progresión durante casi una década con publicidad y posteriormente el modelo de suscripciones les ha llevado a ampliar su plantilla y alargar sus miras. En pleno 2021, son 2500 los fieles que pagan por su contenido especializado en geopolítica.
Resistencias
A pesar de que el panorama es poco alentador en el sector del periodismo, algunos medios se resisten a cobrar por su trabajo. No obstante, utilizan otro sistema: invitan al usuario a que aporte una suma económica, pero nunca es condición necesaria para acceder a sus contenidos. Se trata de una especie de membresía.
Esta fue la técnica utilizada por Ignacio Escolar al frente de eldiario.es, la cual tuvo una acogida sin precedentes. En sus primeros meses, el medio que traía un buen grupo de seguidores de Público y el mismo Twitter del conocido periodista alcanzaron miles de miembros. Sin embargo, fue imperiosa la necesidad de restringir algunos contenidos para captar más suscripciones, desbancando esa membresía por un muro de pago más light.
Un ejemplo vigente de dicha táctica es CTXT (Contexto y Acción). Este medio independiente tiene todo su contenido gratis, pero anima al lector a aportar dinero de una forma normalmente asertiva en diferentes campañas de marketing en sus redes sociales. La frase “si puedes, suscríbete” suele ir acompañada de algún suceso relevante que condenan enérgicamente.
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