El Salto y La Marea, unidos contra los discursos de odio

5 enero 2022 • Entradas recientes, Nuevos medios, Reciente • by

El Salto y La Marea acaban de terminar su campaña de suscripciones conjunta, «unidas frente al odio», en la que expresan la necesidad de oponerse al creciente espacio ocupado por la extrema derecha. Ambos periódicos se han definido como antifascistas desde su creación y han aprovechado este nicho común para intentar convencer a sus suscriptores de que se conviertan en asociados, además a la otra publicación. La Marea se creó en 2012, tras el despido del 85% de los empleados de Pública.  Esta revista mensual, que también incluye un periódico digital, fue fundada como una cooperativa por antiguos periodistas que defienden temas como el republicanismo, los movimientos sociales o la lucha contra el cambio climático.

El Salto es un medio de comunicación que nació en 2016 como resultado del deseo de los periodistas del periódico Diagonal, que era un medio fundado por activistas, de profesionalizarse adoptando criterios periodísticos. Un tipo de periodismo colaborativo y asambleario, que tendió puentes con otros medios que compartían sus objetivos y formas de trabajo: Píkara Magazine o El Salmón Contracorriente. Para ello, han puesto en marcha un nuevo proyecto de comunicación que permita superar barreras y llegar a un público más amplio. A esta transición los periodistas y colectivos implicados lo bautizaron como El Salto.

Tanto La Marea como El Salto están acostumbrados a trabajar juntos debido a sus líneas editoriales relativamente confluyentes. Comparten artículos, pero también anuncios y siempre ha habido una gran conexión. Daniel Domínguez, redactor de La Marea, añade que “mucha gente siempre ha querido que los dos medios de comunicación se unan y que sea posible una suscripción común”. Ambos medios comparten también un fuerte rechazo a la extrema derecha y a sus portavoces «estamos acostumbrados a que se nos niegue la entrada a los actos organizados por Vox», según Domínguez. La prueba evidente de que han sido señalados por lo intolerantes es que fueron víctimas de un ciberataque que duró casi cinco días en total. Domínguez deduce que, dado que este ciberataque sólo se dirigió a estos dos periódicos y no a diarios de distinta tendencia política, existe una «clara intencionalidad política», conclusión a la que también llegaron los dos periódicos, aunque “no puedan decir con certeza la procedencia exacta del hackeo”.

 

Una campaña impulsada por un libro sobre los neonazis

La publicación del libro de Miquel Ramos, titulado De los neocón a los neonazis: La derecha radical en el Estado español, se convirtió en “el fuego que prendió la mecha para animarles a hacer esa suscripción conjunta”. El escritor es colaborador de ambos periódicos y ha trabajado con la Fundación Rosa Luxemburgo para que el volumen viera la luz. El objetivo era ofrecer la publicación a los nuevos suscriptores para difundir su ideario. Las páginas versan sobre el ascenso de los extremistas en Europa, a la que llama «internacional reaccionaria». Aunque este libro tiene un significado histórico, tiene sobre todo un significado político, ya que combate las ideas reaccionarias de una ultraderecha «claramente homófoba, islamófoba, ultraconservadora y racista».

La Marea y El Salto en uno de sus comunicados de campaña, publicado el pasado 3 de octubre de 2021, señalaron directamente la creación del nuevo canal de televisión 7NN, con acusaciones de pertenencia “en su equipo directivo de miembros de la Fundación Francisco Franco, personas cuya pertenencia al grupo ultracatólico El Yunque ha sido acreditada en sede judicial, otras relacionadas con Vox, o el ex portavoz de Hazte Oír”.

 

Intolerancia como forma de revertir el odio

La Real Academia Española define el odio como “la antipatía y la aversión hacia algo o hacia alguien cuyo mal se desea”. Parece claro subrayar que existen unos discursos de odio, señalando a colectivos y personas vulnerables como los menores inmigrantes, los colectivos LGTBIQ+ o el feminismo con mayor nitidez y presencia pública desde que la derecha extrema está en las cámaras. Esto justifica el lema de esta campaña: «Unidas frente al odio». Es evidente que el interés de una campaña de suscripción es económico y que era necesario que estos dos editores recurrieran a estrategias de marketing basadas en una visión maniquea de la opinión. Sin embargo, habría sido más acertado nombrar a su enemigo en el eslogan de su campaña, ya que el odio es subjetivo.

La necesidad de utilizar técnicas de marketing se explica en parte por la gran fragilidad económica de estos periódicos. Ambos periódicos rechazan una gran cantidad de publicidad y el 80% de los ingresos de La Marea provienen directamente de las suscripciones o donaciones de los suscriptores. Este periódico tuvo que lanzar un SOS para llegar a 5.000 suscriptores para mantener su actividad en abril del 2021.

El Salto y la MArea

Esto refleja, al mismo tiempo, la gran dificultad económica de la naciente prensa independiente en España, y aunque periódicos como Eldiario.es han conseguido alcanzar la estabilidad económica. Los medios alternativos en España comparten el modelo jurídico, de financiación y sostenibilidad en relación con los principios de la economía solidaria. Los parámetros más destacados se articulan en torno a cuatro ejes clave: Estructura jurídica; Nivel de ingresos y balance; Distribución de los ingresos y diversificación de fuentes; Crowdfunding. Aunque los medios basados en cooperativas y asociaciones sin fines de lucro tienen una mayor diversidad de fuentes de financiación en comparación a las principales sociedades limitadas, la plena libertad editorial sigue estando asociada, en ocasiones, a una situación precaria de sus profesionales y de recursos escasos.

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