En búsqueda del verdadero periodismo y su futuro

Nuevo periodismo

18 mayo 2021 • Entradas recientes, Nuevos medios, Reciente • by

En la actualidad, se tiende a pensar en el Periodismo como una carrera en declive, cuyas aportaciones se hacen cada día menos necesarias. Sin embargo, los profesionales actuales del periodismo defienden una nueva idea: el periodismo no sólo no está en declive, sino que su necesidad aumenta con el paso del tiempo. 

En un contexto como el actual, en el que existen opiniones políticas tan diversas, el periodista Iñaki Gabilondo recurre a la idea de que el periodismo representa uno de los pilares fundamentales de la democracia. Señala que el periodismo es una herramienta que nos sirve, como ciudadanos, para poder actuar correctamente en un contexto en el que tenemos el derecho de hacerlo. Esto establece un punto de partida en una reflexión necesaria sobre la profesión: ¿para qué se informa? 

La opinión de Gabilondo también la comparten otras figuras como Joaquín Aguirre o Walter Lippmann, quienes hablan sobre esa necesidad que existe de informar a los lectores sobre la complejidad del mundo, para que puedan actuar de forma libre a la hora de tomar decisiones. 

En su discurso, Aguirre ofrece diversas finalidades de la información, todas relacionadas entre sí. Señala que se busca, como periodista, entender aquello que nos rodea, el mundo en todas sus complejidades, para poder transmitir ese conocimiento y dar lugar a espacio abiertos al debate con la finalidad de encontrar soluciones y actuar de forma libre. 

De esta manera, el periodismo no sólo se vuelve cada día más necesario, sino que está en constante innovación, a pesar de la ‘crisis’ de la que constantemente se dice está atravesando. 

 

La pieza periodística como un bien mercantilizable

Junto a ello, se habla también del peligro que representa la idea de la noticia o la información como un producto que se compra y se vende, proceso por el cual tiende a perder su esencia. Esta idea que presenta Gabilondo también la menciona Aguirre en su discurso. Este último argumenta que el principal obstáculo al que se enfrenta el periodismo es esa desviación de intereses, no sólo por parte del medio, sino también por parte de los periodistas. Es un proceso mediante el cual se deja de trabajar a favor de los lectores y en defensa de sus intereses, y se concentra en la posibilidad de mercantilizar el trabajo realizado. 

La idea de mercantilizar el trabajo periodístico se encuentra estrechamente vinculada con el concepto de ‘La Guerra del Clic’ (San Miguel et al., 2019), al que se refieren diversos periodistas. Lo que determina el valor o la importancia de un hecho o noticia no es su importancia ni relevancia social, sino el número de visitas o clics que recibe. Joseph Pulitzer refuta esta idea equivocada, que está ganando popularidad en el mundo de la prensa.

La noticia, según Pulitzer, es aquello que tiene un mayor impacto e influencia social sobre aquel público al que se dirige. Aguirre, en su discurso, cita a Pulitzer, quien defiende que un medio con mucha audiencia no necesariamente logra obtener aquello a lo que se aspira en el periodismo, una buena reputación. Reflexionando sobre la finalidad de la profesión, sólo se logrará tener un impacto sobre la sociedad si el medio se respalda sobre una buena reputación, que se mide, según Pulitzer, por la influencia social y reconocimiento que tiene. 

 

Fidelidad plena vs. Independencia económica

En otro debate entre los profesionales de la prensa, surgió́ el tema de esa confianza tan imprescindible que se necesita para lograr la tan deseada reputación. Los lectores, para escoger entre el tráfico masivo del internet e invertir su tiempo y esfuerzo en un determinado medio, periodista o artículo, necesitan tener una cierta confianza en él. Esta confianza sólo se pierde cuando el lector se percata de ese ‘desvío de intereses’ mencionado anteriormente, cuando el medio vela, ya no por los intereses del público, sino por determinados intereses económicos o políticos. Se habla constantemente de la necesidad de una independencia económica para una labor periodística libre de engaños, discursos escondidos y falta de compromiso. 

La independencia económica a la que hacen alusión los autores de un artículo de Infoactualidad, es la única vía que garantiza eso que Aguirre destaca en su discurso, y que fue presentado también por Pulitzer: la integridad y principios para poder garantizar una determinada reputación. Esto último es lo que le permite al medio mantener una relación de confianza, de compromiso y de honestidad con sus lectores. Sólo así se podrá lograr el fin último del periodismo: educar y concienciar sobre la situación del mundo en el que vivimos, para poder actuar y tomar las decisiones adecuadas para desarrollarnos y evolucionar como sociedad. 

La independencia económica a la que hacen alusión los invitados, aunque en línea con las ideas generales de Aguirre, encuentra una contradicción en ese concepto de la noticia o información como un bien que se mercantiliza. Con una lectura de ambos textos surge una duda: ¿Se debe tener más en cuenta la claridad para la monetización (para una posterior independencia económica) o la claridad para la educación del lector?

Aguirre cita a Lippman hablando sobre la necesidad de ‘reducir la complejidad del mundo’ para que ésta se pueda comprender, lo que se logra a través de dicha claridad. A la vez, señala que el periodismo no debe ser un simple saber-hacer, un uso correcto de las herramientas lingüísticas, sino una cuestión que tiene un objetivo que va más allá: entender el mundo y plasmar esa comprensión en los textos para que otros también puedan compartir ese conocimiento. 

 

¿Qué papel juega el lector?

Es normal preguntarse sobre el papel del ciudadano en la actividad del Periodismo. Los profesionales, quienes debatieron diversos temas en la Universidad Complutense de Madrid, discutieron sobre la participación ciudadana, un tema en el que no hay un consenso general. 

El debate sobre la participación o no de los lectores puede dar paso a una serie de argumentos, pero se debe recalcar que lo importante de cuestiones así, es si el lector ocupa un lugar, no en la actividad periodística, sino más bien en la mente del periodista mismo. Cuando el profesional escribe, ¿tiene en cuenta los verdaderos intereses del lector o del ciudadano? A ello hace alusión el director de El Confidencial, Nacho Cardero: poniendo a disposición del lector información potencialmente perjudicial para el propio periodista, con el objetivo de educar y beneficiar al lector, es necesario en el periodismo. 

En conclusión, el periodismo debe entenderse como una profesión que se encuentra en constante evolución, dejando de lado los posibles debates y crisis por los que pueda o no atravesar. Se debe recalcar el propósito del periodismo y siempre tenerlo en cuenta para garantizar su correcto desarrollo. Sin importar qué objetivo parece tener mayor importancia, la independencia económica o la educación del lector, lo importante es tenerlo siempre presente en la labor: desvelar la realidad, incluso aquella que se intenta esconder, para simplificar y transmitir ese conocimiento tan necesario, de manera que logremos una sociedad que actúe de forma libre y concienciada. 

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