Las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos se celebrarán en dos años, pero la campaña por la nominación en el Partido Demócrata ya ha empezado. La presidencia de Obama supuso un hito histórico para las minorías del país, y la lista de aspirantes a sucederle desde su propio partido muestra una imagen de un país más diverso, en el que las mujeres ganan protagonismo.
Isabel García-Ajofrín reflexionó sobre la importancia que tendrán las identidades culturales en la campaña que se está iniciando y sobre el rol de los medios al presentar su libro Soñar a destiempo. Candidatos a la presidencia de EEUU que allanaron el camino a Obama en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense.
Su recorrido histórico por las vidas de aquellos candidatos que se atrevieron a postularse para la presidencia a pesar de no formar parte del grupo dominante es una historia de esperanza que culmina en las últimas elecciones legislativas, con más de 100 mujeres en la Cámara de Representantes y un 12% de congresistas afroamericanos, igualando su presencia real en la sociedad norteamericana.
El origen racial y el género son elementos que van a estructurar el discurso de los candidatos a la presidencia. A dos años de las elecciones, ya hay una decena de personas que han lanzado su candidatura desde el Partido Demócrata: el último en incorporarse a la carrera ha sido Bernie Sanders, cuyas credenciales progresistas tendrán que batallar con los orígenes latinos, hongkoneses o jamaicanos de otros candidatos, entre los que ya hay cuatro mujeres.
Para García-Ajofrín, los medios tradicionales tendrán un enorme peso en la carrera hacia la nominación. El Partido Demócrata ha anunciado que habrá debates televisados entre sus aspirantes, pero no todos los candidatos podrán participar. Se espera que la capacidad de recaudar fondos o la popularidad en las encuestas sean factores que decidan quién participará en esos debates, que actuarán como una primera criba: los candidatos que no logren acceder tendrán muy pocas oportunidades de seguir adelante con su campaña.
Se repite una dinámica que ya denunció en 1972 Shirley Chisholm, la primera mujer negra que se postuló para el puesto de presidenta: la televisión tiende a centrar su atención en los candidatos más populares, independientemente de su capacidad o sus propuestas.
El Partido Demócrata
Ya ha anunciado que esta vez los superdelegados, nombrados por el partido y no por los votantes en el proceso de primarias, no podrán votar en la primera ronda de la Convención que avala al candidato, de modo que el voto popular será esencial. Y este voto es movilizado por los medios. La campaña será el escenario de un duelo entre grandes y pequeños, entre los medios tradicionales y el poder de las redes sociales tan centrales en el triunfo de Obama, entre los grandes donantes y los candidatos con capacidad para lograr muchas aportaciones pequeñas.
Y las comunidades organizadas en torno a candidatos que las representan, como sucedió en 1988 con Jesse Jackson y el apoyo de las iglesias negras, serán determinantes para decidir los candidatos.
García-Ajofrín incidió en la complejidad de un proceso caracterizado por su dinamismo. El resultado de las primeras elecciones, en Iowa y New Hampshire, es un mensaje a los votantes que aún no han decidido a quién otorgar su papeleta, así como lo es el Supermartes, en el que votan 10 estados. Esta vez se unen a ese día Texas y California, dos estados con fuerte presencia latina, lo que puede influir para que ciertos candidatos salgan reforzados en la carrera.
Pero más allá de la propia cobertura de las elecciones, García-Ajofrín incidió en el importante rol que los medios deben jugar para explicar a los ciudadanos cómo ejercer su derecho al voto: sólo el votante informado y motivado conoce el proceso, que pasa por inscribirse previamente a las elecciones para poder votar. En un ciclo tan largo, son muchos los que no llegan a ejercer su derecho porque superan los plazos, o simplemente desconocen qué trámites deben realizar para poder votar.
Autor: Héctor Fouce
Edición: Romina Morales
Imagen de Portada: Element5 Digital
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