¿Puede el crowdfunding salvar a los medios de comunicación independientes en Rumanía?

27 mayo 2021 • Economía de los medios, Nuevos medios, Reciente • by

En los últimos años, muchos periodistas rumanos han abandonado las redacciones debido a los cambios en el panorama de los medios de comunicación y a la disminución de la credibilidad del sector, provocada por las injerencias políticas. La crisis financiera de 2008 golpeó duramente a los medios de comunicación rumanos y muchos de ellos fueron presa de la influencia política. Fue una época en la que algunos periodistas rumanos crearon redacciones independientes, para evitar las limitaciones y la parcialidad política.

Muchas de estas iniciativas han surgido online, aprovechando la mayor libertad de expresión que ofrece (todavía) internet. Los periodistas han utilizado las redes sociales para llegar a su público. Para que funcione, muchos proyectos de este tipo se apoyan en el crowdfunding, que se entiende como apelar a una comunidad como potencial financiadora y así poder desarrollar un producto. Mientras que algunas redacciones obtienen un pequeño porcentaje de su presupuesto del público, otras dependen en mayor medida de la ayuda económica de la audiencia.

Transparencia a través del crowdfunding

Recorder.ro es una página web lanzada en 2017 por cuatro periodistas consagrados en Rumanía: Cristian Delcea, Mihai Voinea, Andrei Crăciun y Răzvan Ionescu. Su objetivo era construir una redacción basada en los principios de un periodismo honesto y limpio. Ionescu confirmó que el apoyo financiero del público es importante para que el proyecto pueda seguir adelante.

“Nos inspiramos en The Guardian. No hace mucho tiempo, introdujeron el sistema de donaciones y adoptamos la idea de pedir una donación al final de los artículos más importantes y que pueden tener más impacto”. Ionescu añadió que, en la mayoría de los casos, las donaciones oscilan entre 2 y 5 euros y que algunos lectores se apuntan a donaciones permanentes. También ha habido casos en los que los lectores han donado cantidades considerablemente mayores.

Redacción de Recorder.ro

A pesar de que el dinero recaudado de las donaciones no es la principal fuente de financiación de Recorder.ro, Ionescu afirma que la transparencia es un objetivo principal: “Publicamos informes financieros cada tres meses en nuestra página web. En estos informes explicamos lo que hacemos con cada euro que nos dan con las donaciones”. El periodista se mostró sorprendido por los elevados ingresos procedentes de las donaciones: “Recaudamos unos 2.000 o 3.000 euros al mes gracias al crowdfunding, lo que es muy importante. Si lo comparamos con la publicidad, con ella recaudamos entre 3.000 y 7.000 euros al mes”.

Ionescu afirmó que el éxito de proyectos mediáticos como el de Recorder.ro disipa algunos mitos sobre el periodismo rumano: “Considero que el crowdfunding es una idea sostenible y nuestro éxito contradice algunos mitos, como que los lectores no aprecian el periodismo serio o que el mercado publicitario no apoya este tipo de periodismo”. Además, el público está más comprometido de lo que se esperaba: “Una gran parte del público no sólo lee. Comparten, comentan y donan, y esto es una gran responsabilidad para nosotros”.

¿Se puede financiar el periodismo de investigación con fondos públicos?

Otro proyecto rumano financiado con fondos públicos es la Casa del Periodista, un grupo de reporteros independientes que elaboran informes sobre temas sociales en Europa del Este.

La redacción es una casa normal y tres de los periodistas que participan en el proyecto son residentes. La Casa de los Periodistas no hace publicidad en su página web y no acepta financiación de empresas. En cambio, el proyecto tiene un sistema de recompensas: cuando se ha recaudado una determinada cantidad de dinero, la casa acoge a más residentes. De momento, el proyecto recauda unos 1.300 dólares al mes.

Si las donaciones alcanzan los 1.500 dólares, otro periodistas se instalará en esta casa. Los donantes, denominados “empresarios”, aparecen en la página web. Normalmente, unas 500 personas donan entre 1 y 40 dólares al mes. Los que donan regularmente reciben pequeños regalos a cambio.

Captura de pantalla de la Casa del Periodista

Un proyecto notable que se basa en la financiación colectiva es el Proyecto Rise, centrado en el periodismo de investigación. En los últimos años, este proyecto ha sacado a la luz muchos casos de corrupción en los que están implicados políticos rumanos. Recientemente, la iniciativa destapó los negocios y propiedades ocultas que poseía en Brasil Liviu Dragnea, presidente de la Cámara de Diputados y presidente del Partido Socialdemócrata.

El Proyecto Rise forma parte del Organised Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), un consorcio de investigación fundado en 2006 que opera en Europa del Este, Asia Central y América Central. Se invita a los lectores a hacer donaciones entre 5 y 50 euros (únicas o de forma mensual) para apoyar a los periodistas.

No es un camino fácil

A pesar de las historias de éxito, no todos los proyectos tienen un camino fácil. Think Outside The Box (TOTB) promete “un periodismo transparente y sin presiones”. Esta iniciativa comenzó en 2009, pero sigue teniendo dificultades.

“Tenemos una historia complicada con problemas financieros”, dice Roxana Bucată, coordinadora del proyecto. TOTB ha experimentado con diferentes modelos de financiación, desde la pública y privada hasta el crowdfunding y otros. “En un momento dado, incluso creamos una ONG para recaudar fondos y garantizar la supervivencia del sitio. Lamentablemente, en este momento la página no cuenta con la financiación ni el personal adecuados”.

Cristi Lupsa (en la foto de la izquierda), uno de los fundadores de Decât o Revistă (DoR), otro exitoso proyecto de periodismo independiente, también dice estar a favor del crowdfunding. “Es un botón que puedes apretar una vez, quizá dos, cuando las cosas van mal”, explica, pero en su opinión no es sostenible. En cambio, el DoR ha elegido un camino diferente. Casi la mitad de sus ingresos (40%) procede de las suscripciones y las ventas en kioscos o librerías. Y, hasta ahora, parece estar funcionando.

En definitiva, el crowdfunding puede funcionar, pero no es una varita mágica. La realidad es esta: no hay ninguna receta para la supervivencia de los proyectos de periodismo independiente en Rumania. En última instancia, la calidad de los contenidos y la capacidad de atraer financiación de diversas fuentes determinarán el futuro de estas organizaciones.

 

Artículo original: “Poate crowdfundingul sa salveze mass-media independente din Romania?”

Traducción: Alba Navarro González

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