BY STEPHANIE ALICE BAKER AND MICHAEL JAMES WALSH
(Traducido por Paula Martín González)
Twitter ha sido objeto de un creciente escrutinio por facilitar una comunicación online de carácter hostil. Mientras que los sitios de micro-blogging se muestran a sí mismos como espacios libres y seguros para hablar, los críticos han subrayado que la respuesta de la compañía ha sido inepta en casos de troleo, acoso y abuso.
Nuestra investigación acerca de cómo las personas se presentan a sí mismas y cómo manejan sus interacciones en Twitter sugiere que las respuestas caso a caso son inadecuadas. Hemos encontrado que el diseño de Twitter promueve como solución más fácil que los usuarios rehúyan de la hostilidad, sin ofrecer espacio para el tipo de actividad restaurativa que puede derivar en una solución real del conflicto.
¿Quién recibe discursos hostiles en Twitter?
La hostilidad en Twitter es dirigida de manera desproporcionada hacia las mujeres, personas de color y grupos marginados. Por ejemplo, en 2016, la comediante de Estados unidos Leslie Jones se vio inundada por tweets racistas tras el estreno de la película Cazafantasmas.
Personas deportistas negras o indígenas, como Adam Goodes, Glen Kamara o Lewis Hamilton, han sido también sometidos a abusos racistas en Twitter y solicitaron a la plataforma que hiciese más para responder a estas situaciones.
Recientemente, los tweets racistas contra los futbolistas negros ingleses crecieron después de que el equipo nacional de la selección de futbol perdiese ante Italia en el Campeonato de Europa de la UEFA.
En 2018, Amnistía Internacional publicó un informe detallando el abuso extendido hacia las mujeres usuarias, describiendo a Twitter como “un sitio tóxico para las mujeres”. El reportaje criticó Twitter por no respetar los derechos de las mujeres y no responder a los informes sobre la violencia de una manera transparente.
La respuesta de Twitter: cómo el diseño de la plataforma fomenta la interacción hostil
El grado de hostilidad en Twitter se debe, en parte, a la forma en que está diseñada la plataforma. El sociólogo Ian Hutchby llamó a esto las “posibilidades” de una tecnología: las posibilidades materiales que la tecnología ofrece a sus usuarios, el tipo de acciones que permite y limita.
Las prestaciones de Twitter dan forma a la manera en que los usuarios interaccionan en el sitio. Esto incluye características de la plataforma (como los likes, retuits y menciones), el hecho de que las cuentas son públicas por defecto y la capacidad de los usuarios de mantenerse en el anonimato. El límite de caracteres de los tuits facilita, además, el intercambio breve, impulsivo y hostil.
En 2017, la compañía introdujo cambios para reducir la hostilidad en Twitter. Algunos de los cambios notables incluyeron duplicar la longitud de los tuits, pasando de 140 a 280 caracteres. Además, Twitter introdujo los “hilos” para conectar una serie de tuits en un comentario más largo y dio la opción de ocultar las respuestas. Estos cambios fueron un intento de “ayudar a reducir las respuestas no solicitadas y mejorar las respuestas significativas en la plataforma, pero la hostilidad en Twitter persiste.
Una razón que explica el nivel de hostilidad en Twitter es que las métricas del sitio pueden ser manipuladas para elevar el contenido controvertido y abusivo. Las investigaciones muestran también que las noticias falsas y engañosas son retuiteadas con más frecuencia que las historias verídicas, especialmente entre grupos con las mismas opiniones.
En 2018, Twitter lanzó una “estrategia de conversación saludable”. La finalidad era evaluar la “salud” de las interacciones en Twitter para mejorarlas.
Las estrategias de los usuarios para evitar la hostilidad en Twitter
En 2019, realizamos un cuestionario online para investigar cómo los usuarios respondían a la hostilidad en Twitter. Nuestro estudio encontró que los usuarios de Twitter aplican diversas estrategias comunes para manejar las interacciones hostiles en el sitio.
Esto incluye el uso de seudónimos y múltiples cuentas para logar cierto nivel de anonimato y privacidad, además del bloqueo de usuarios y la autocensura para limitar preventivamente la exposición ante el acoso y el abuso.
Los usuarios saben que son vulnerables en la plataforma y manejan de forma ingeniosa sus interacciones sociales anticipándose a la hostilidad, gestionando la información inmediata del entorno mediante la protección de sus tuits, adoptando diferentes personajes por medio de múltiples cuentas y limitando cómo se comunican online.
Salvar las apariencias en Twitter y minimizar la exposición
Estas observaciones sugieren que los usuarios están encontrando formas para “salvar las apariencias” online. El sociólogo Ervin Goffman llama a este tipo de actividad “trabajar la imagen pública” o “cara” (face-work).
En el modelo de Goffman, empleamos diferentes “imágenes públicas” o “caras” para adaptarnos a interacciones y entornos específicos.
Tenemos caras de Partido, caras de funeral, y varios tipos de caras institucionales.
La finalidad del trabajo de imagen pública es crear una impresión positiva de nosotros mismos hacia los demás. Cuando nosotros “tenemos imagen”, triunfamos al presentar un yo consistente que otros validan. En cambio, “perdemos imagen” cuando aparece información que destruye nuestra propia presentación .
Nuestra investigación aplica la idea del face-work a examinar las estrategias que los usuarios de Twitter emplean para interactuar con otros.
Sugerimos que los usuarios adoptan una “imagen pública en Twitter”: una táctica para responder a interacciones hostiles en una forma que puede proteger la cara metafórica de los usuarios.
Las interacciones hostiles en Twitter adoptan a menudo formas especifica, como el doxing, pile-ons y el rationing. En cada uno de ellos, la “cara” del usuario se enfrenta a ataques coordinados que dañan la impresión positiva que están tratando de presentar.
Dos tipos de trabajo de imagen pública
El face-work generalmente se hace de dos maneras. La primera es evitar las informaciones que amenazan la imagen o prevenir a otros de que te vean. El segundo es la corrección, donde la gente hace esfuerzos para disculparse por sus propias acciones que amenazan la imagen.
Podemos ver un ejemplo del trabajo de imagen pública correctivo en Twitter a continuación, donde la imagen de una persona es amenazada y el emisor intenta corregir la información amenazante y el conflicto es resuelto con una disculpa y una aceptación.
La evasión, por otro lado, a menudo consiste en bloquear a otros usuarios de Twitter.
Nuestros hallazgos muestran que los usuarios de Twitter usan de manera abrumadora prácticas de evasión como una estrategia defensiva para prevenir la hostilidad. Las técnicas específicas incluyen:
- bloquear cuentas
- proteger los tuits (haciendo que no estén disponibles para el público)
- crear múltiples cuentas
- autocensurarse y evitar ciertos tópicos.
En circunstancias normales las tácticas de evasión y corrección son aspectos vitales del trabajo de imagen pública, pero en Twitter parece haber un énfasis excesivo en la primera a expensas de la segunda.
Mejorar el entorno de Twitter
Esto pone a Twitter en una situación difícil. Los usuarios desean un mayor control acerca de cómo interactuar, pero las nuevas funciones que lo permiten también favorecen la táctica de evasión y pueden reducir los intentos de participar en interacciones restauradoras.
Mas allá de introducir funciones aisladas, que ponen la responsabilidad en el usuario, Twitter necesita reconsiderar los algoritmos y las métricas (como los “me gusta” y retuits) que permiten a la compañía beneficiarse de campañas coordinadas de acoso, controversias y abusos. Esto podría incluir ocultar los “me gusta” o la eliminación de los retuits y algoritmos.
Artículo original: https://en.ejo.ch/specialist-journalism/twitters-design-stokes-hostility-and-controversy-heres-why-and-how-it-might-change
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