La prensa asediada de Polonia

11 abril 2018 • Política mediática • by

 

Los medios de comunicación polacos siguen bajo una constante presión por las reformas del gobierno en curso, dirigidas a mantener un estricto control político. Desde que el partido de derechas PiS (Partido Ley y Justicia) ganara las elecciones presidenciales y parlamentarias de 2015, varios acontecimientos han cambiado profundamente el sistema mediático.

A finales de 2015, las reformas introducidas en la ley de medios del país, autorizaron al Ministerio de Hacienda a designar a las Juntas Directivas de los dos organismos de propiedad estatal, la Televisión Polaca (TVP) y la Radio Polaca (PR). Como resultado de los cambios de programación implantados después de este movimiento, muchos conocidos editores y periodistas fueron forzados a dejar sus trabajos en los organismos públicos de radiotelevisión.

En julio del año pasado fue establecido el Consejo Nacional de Medios (NMC). El NMC, cuyos miembros son designados por el Parlamento y el Presidente, tiene el poder de designar los consejos de administración y gestión de TVP, RP, y de la Agencia de Prensa Polaca. Esta medida dejó a todos los medios públicos bajo el paraguas del gobierno. En la práctica esto significa que se encuentran bajo el constante “cuidado” de los políticos del Partido Ley y Justicia que constituyen la mayoría de los miembros de la NMC (tres de cinco).

El NMC también anunció que quería subrayar la “misión nacional” de la radio fusión pública. El Consejo dijo que la historia polaca debe convertirse en una parte importante de su programación para el futuro, para así fomentar el sentido de patriotismo polaco. Especialistas en medios de comunicación dicen que es improbable que las críticas a la historia de Polonia sean transmitidas en cualquier emisora pública en el futuro. A muchos les preocupa que el nuevo énfasis en el contenido nacional haya provocado ya incidentes de autocensura entre los periodistas.

Recientemente fueron confirmados los temores del impacto del interés del partido en el poder de los medios de comunicación. Un análisis del contenido mediático de los tres canales de TVP reveló diferencias significativas en la cantidad de tiempo dedicado a los líderes del partido gobernante, en comparación al de la oposición. Las diferencias son particularmente significativas cuando se compara con la cobertura dada a figuras clave del gobierno antes de las recientes reformas en los medios.

Algunos de los cambios propuestos por PiS podrían aumentar el financiamiento público para el servicio público audiovisual. La NMC está discutiendo introducir un nuevo impuesto a los medios de comunicación, a pagar por casi todos los contribuyentes. Esto sustituiría a la actual tasa de licencia, de aproximadamente 48 euros al año, que actualmente pagan uno de cada tres usuarios.

Las televisiones y estaciones de radio privadas podrían sentirse protegidas de la interferencia política observando las reformas del gobierno desde las líneas laterales. Sin embargo, recientemente se desveló que el PiS había intentado comprar, sin éxito, una de las mayores emisoras comerciales de televisión de Polonia, TVN, de Scripps Networks Interactive, una compañía estadounidense.

En muchas ocasiones, los líderes políticos del partido gobernante han sugerido que el gobierno está dispuesto a retomar, o de manera más específica, “re-polonizar” diarios, especialmente periódicos regionales. Desde 2013, Verlagsgruppe Passau, una editora de periódicos alemana, es propietaria de la mayoría de periódicos regionales en Polonia (a través de Polska Press Grupa, una filial de VGP). Esto parece ser una espina para el gobierno del PiS. Jarosław Sellin, ministro de Cultura y Patrimonio Nacional, y Barbara Bubula, diputada del PiS, han dejado claro recientemente que los planes para re-polonizar la propiedad de los medios de comunicación es más que una exageración mediática.

En este contexto, los problemas legislativos con la propiedad de los medios de comunicación (parte del denominado pequeño proyecto de ley de los medios fue reconocido como inconstitucional) o las polémicas limitaciones a los periodistas en los pasillos del Parlamento, parecen casi insignificantes.

 

Texto original: http://en.ejo.ch/media-politics/polands-beleaguered-press

Traducción: Javier Arias Lomo

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