La imagen de África que suele verse en los medios es muy invariable. Se trata como el continente pobre y casi siempre, en guerra. Es una realidad prominente, pero no la realidad completa. África tiene otro lado, algo más que sólo tierra, analfabetismo y subdesarrollo: tiene ciudades, infraestructuras y, sobre todo, riqueza. Una dicotomía de clases.
El discurso sobre el continente en cuestión no es uno incorrecto, ya que África es conocida por albergar al 16% de la población mundial, pero sólo posee el 1% de la riqueza del mundo. Precisamente, lo poco reportado es la distribución de ese 1%.
Clase alta de África
Nigeria es el país con más población del continente, el séptimo más poblado del mundo y tiene la vigésima economía más grande del planeta. Además, es un país petrolífero con grandes perspectivas de futuro. Es el tercer país más rico de África, con la metrópoli de Lagos como la segunda ciudad más poblada del país. Igualmente, es el hogar de la persona más rica de toda África: Aliko Dangote, el único negro entre las 200 personas más ricas del mundo, dueño de 12.200 millones de dólares.
También tenemos Egipto, con su rica historia y cultura, que ha sido protagonista de más de una representación occidental. Además de ser conocida por las pirámides, el pasado clásico de faraones, las grandes extensiones de desiertos y una mutilación genital femenina del 92% en el 2015, también es el segundo país más rico del continente.
En Egipto, desde el 2000, el acceso al agua potable es prácticamente universal, nada que ver con la imagen típica de África de hambre y sed. Su red ferroviaria conecta al 75% de las ciudades de todo el país y El Cairo cuenta con su propia red de metro, la primera en África.
En términos de educación tienen 23.975 centros educativos no universitarios en total, cuando España tiene 28.534. No hay mucha diferencia. Así que no, muchos niños no tienen que cruzar lagos nadando con una hoja y un lápiz para poder escuchar clases bajo un puente abandonado.
Por último, tenemos al país mejor posicionado en el continente: Sudáfrica. Esto es de esperarse, después de todo, gracias al imaginario social construido por los medios de comunicación. Concretamente, hay buenas referencias sobre este país desde que fue la sede de la Copa Mundial de fútbol de 2010; inolvidable especialmente para España.
Su capital, Ciudad del Cabo, fue seleccionada por la Organización Mundial del Diseño en 2014 como la Capital Mundial del Diseño. Se convirtió en receptora de un presupuesto destinado a mejorar el diseño de la ciudad. Las estadísticas muestran que los resultados fueron beneficiosos. También fue nombrada ese mismo año el mejor lugar para visitar por The New York Times y en el 2020, The Telegraph la nombró “la mejor ciudad del mundo”.
Medios de comunicación
Los países del continente africano cuentan con un amplio repertorio de medios de comunicación muy respetados. Sudáfrica cuenta con periódicos como The Star, The Sowetan y This Day (editados en Johannesburgo), Isolezwe (editado en Ciudad del Cabo) y Daily Sun (editado en Gauteng).
El panorama de los medios de comunicación africanos está muy vinculado a su historia. En aquellos países que fueron colonias anglosajonas, como Kenia, Nigeria, Ghana y Tanzania, se sigue una línea editorial más liberal y con medios asentados y estructurados. Por el contrario, aquellos países que fueron antiguas colonias francesas o belgas presentan debilidades estructurales.
A su vez, para entender las líneas editoriales y estancias políticas de los medios, es imprescindible mirar a los propietarios. Un ejemplo claro es Costa de Marfil, África del Oeste, cuyo expresidente Laurent Gbagbo era dueño del periódico Notre Voie. Incluso el Grupo Cyclone SARL, que fue editor de prensa a favor del Gbagbo, tenía dos accionistas mayoritarios: la esposa y el hijo del expresidente.
Egipto, por su lado, cuenta con el diario Al-Ahram, una de las otras 30 publicaciones de las que es dueña Al-Ahram Establishment. Se trata de una empresa pública manejada por la Autoridad Nacional de Prensa, una entidad independiente por mandato de la constitución egipcia de 2014. Según el Media Ownership Monitor, Al-Ahram Establishment tiene el monopolio de la imprenta y distribución de la mayoría de los medios impresos privados de Egipto y por ende, posee la imprenta y la distribuidora más grande del país.
Dos Áfricas
En África coexisten dos realidades: la riqueza extrema y la pobreza extrema, incluso en los países mejor posicionados. No podemos olvidar que el paro en Sudáfrica es de 32,5% (7 millones de desempleados), a pesar de que el país alberga 5 de los 18 multimillonarios de África, según reporta Forbes. Tampoco que Nigeria está entre los 20 países menos pacíficos del mundo según el Global Peace Index y es el peor posicionado de África.
Por último, es difícil evitar sorprenderse por planificaciones urbanas tan bizarras como la del vecindario La Cité du Fleuve en la República del Congo, donde habitan los nuevos millonarios del país en casas que pueden costar más de 600.000 euros. Están justo al otro lado del lago de vecindarios, en los que los habitantes ganan menos de 1,70 euros al día, o sea, necesitan trabajar aproximadamente 972 años para lograr comprarse una casa en La Cité du Fleuve.
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