Según un nuevo estudio, hablar demasiado sobre la COVID-19 es perjudicial para la salud. Probablemente, solo quede una recomendación que seguir: desconectar de las malas noticias.
La COVID-19 supone una amenaza inmediata para la salud física de aquellos que se han infectado. Además, las medidas adoptadas para combatir la pandemia conllevan toda una serie de restricciones que amenazan la salud física y mental a nivel individual y social. La falta de ejercicio, la soledad, el miedo al futuro, las preocupaciones por la economía y los conflictos familiares son factores de estrés que aparecen cada vez más en este contexto.
¿Qué papel desempeña la intensa y omnipresente cobertura de los medios de comunicación para la salud psicológica y mental? Sobre todo, la de quienes están especialmente expuestos a estas noticias (normalmente de poca calidad) y siguen esta cobertura intensamente.
El sociólogo estadounidense Kevin Steinback y sus compañeros Brittany Hearne y Monica Trieu fueron los primeros en examinar esta cuestión. Utilizaron los datos de encuestas que representaban a más de 10.000 adultos estadounidenses*. La encuesta se realizó en marzo de 2020, poco después de la primera regulación del “Quédate en casa” (Stay at home) en los EE.UU. Fue antes de haber establecido las tasas de infección más altas del mundo en el mismo país.
Desconectar de la infodemia
En general, las hipótesis del estudio se confirmaron de forma evidente. El grupo de investigación afirma en su informe que quienes siguieron con especial intensidad las noticias sobre los sucesos de la infección estaban considerablemente más estresados psicológicamente. Aumentó, ademas, su riesgo de sufrir problemas de salud.
Estos públicos eran más propensos a tener problemas de sueño, cambios de humor y sentimientos de ansiedad. Al menos, comparadas con las personas que buscaban información sobre la pandemia en los medios de comunicación de forma más esporádica. La preocupación individual con la que los encuestados se sintieron amenazados por el virus desempeñó un papel adicional de refuerzo.
El equipo no pudo demostrar una clara relación causa-efecto. Por ello, supone que, a la inversa, la amenaza de la pandemia también puede provocar un aumento de la necesidad de información y del consumo de medios de comunicación. Llegaría, por lo tanto, a acumular una espiral.
A la vista de los resultados, solo cabe aconsejar que se rompa el ciclo de esta «infodemia». De vez en cuando, sal de esta sobrecarga de información y, simplemente, ¡desconecta!
*Kevin Stainback, Brittany N. Hearne, Monica M. Trieu (2020): COVID-19 y el ciclo de noticias 24/7: ¿Afecta la exposición de las noticias sobre el COVID-19 a la salud mental?, (en original: COVID-19 and the 24/7 News Cycle: Does COVID-19 News Exposure Affect Mental Health?) En: Socius: Investigación sociológica para un mundo dinámico, (en original: Sociological Research for a Dynamic World). Volumen 6: pp. 1-15.
Artículo original: Einfach mal abschalten!
Traducción: Natalia Sanz Fernández.
Fuente de la imagen: pixabay.com
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