Casi 4 millones de personas han sido vacunadas en España desde que comenzó la vacunación masiva, tanto con Pfizer como con AstraZeneca y Moderna. A pesar de las dificultades que se han encontrado -falta de dosis y jeringuillas, personas que se vacunan de forma irregular, llegada tardía de vacunas- se sigue vacunando a buen ritmo en nuestro país cuando hay vacunas.
Sin embargo, es preocupante que personas en altos cargos -políticos, directivos sanitarios- o familiares de ancianos que se encuentran en residencias se vacunen antes de tiempo. Sobre todo, porque en la mayoría de los casos, no cumplen los requisitos que se han establecido ni el orden propuesto por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social: mayores de 60 años, personas de riesgo que no puedan enfrentarse al virus, personal médico…
En definitiva, han ido delante de personas que de verdad necesitan la vacuna en su día a día o tienen más riesgos de contraer el virus y sufrir consecuencias más graves en caso de contagiarse. Por ello, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha insistido en la necesidad de seguir la estrategia acordada y consensuada con las comunidades autónomas, tras conocerse esos casos nefastos de vacunaciones irregulares.
Investigación abierta
El Ministerio Fiscal español investiga dos de los muchos casos que han salido a la luz, con el objetivo de esclarecer si algún delito del Código Penal encaja con ‘saltarse la cola’ de vacunación. Esa vacunación es esencial en estos momentos de la pandemia, con una cuarta ola reconocida y todavía cientos de personas muriendo cada día. Mientras, algunos se cuelan para ser vacunados, sin pensar en esos mayores de 85 años ni en el personal sanitario que desde hace más de un año convive y trabaja a diario con este virus.
Un ejemplo son dos consejeros de Sanidad de Murcia que, tras admitir que se habían vacunado saltándose los criterios establecidos por el Ministerio de Sanidad, dimitieron de sus cargos. Lo mismo pasó en Navarra, donde un hospital presuntamente estaba vacunando a gente que no debía, alegando que “se había vacunado hasta al de los cupones”.
Hasta ahora, los nombres que se han conocido son de políticos de Murcia, como Esther Clavero (PSOE), concejales socialistas en Huelva, directores gerentes de los hospitales de Basurto y Bilbao, o concejales del PNV en el País Vasco, entre otros. En su mayoría,dimitieron de sus cargos y en muchos casos no han detallado las razones por las que se decidieron a inocularse de manera adelantada. Alguno incluso defendió su postura alegando un supuesto cumplimiento estricto del protocolo.
Cuestión de ética
La Real Academia Española (RAE) define la ética como: “Conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida”. ¿Es ético entonces lo que han hecho determinadas personas?
Según ellas mismas, sí. Defendían que si no se ponían la dosis en ese mismo momento, ésta se perdería. Los viales ultracongelados contienen suero para producir seis dosis, aunque se contabilizan normalmente cinco. Es decir, un poquito más del suero que impide devolver a la nevera porque ya ha perdido el frío extremo del que provenía. Las dosis que sobran tras completar la jornada de vacunación no pueden guardarse, por lo que a estos cargos les parecía mejor opción inyectárselas ellos mismos antes que a otras personas prioritarias.
También es cierto que en algún momento del periodo de vacunación establecido por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, esas personas serán vacunadas, pero cuando les toque. Ahora mismo, se debe vacunar a las personas que han sido prioritarias durante toda la pandemia, tanto en el confinamiento como en la desescalada.
Asimismo, se debe pensar en las familias de las personas fallecidas que no pudieron ponerse la vacuna en los momentos más difíciles. Podemos remontarnos a los periódicos y a los homenajes a las muertes de los medios españoles para recordar la tristeza y los datos de los peores momentos. Como pidió el exministro de Sanidad, Salvador Illa, para el proceso de vacunación: “Responsabilidad y ética (…) Debemos predicar con el ejemplo, más los que tenemos responsabilidades públicas; creo que con eso ya lo he dicho todo”.
Segunda dosis
Cuando todo esto ha salido a la luz, también ha llegado surgido otra cuestión: si se debería poner o no la segunda dosis a estas personas. Si se hace, habrían conseguido lo que querían y afectaría de nuevo a los prioritarios. Si no se hace, la primera dosis se podría perder y seguiría afectando en igual medida a los demás.
La consejera valenciana de Sanidad, Ana Barceló, opinó sobre este tema y explicó que no se les administrará la segunda dosis hasta valorar la trascendencia médica que pueda tener esta decisión y siempre teniendo en cuenta la posición del comité asesor. Esta decisión la tomó después de que el socialista, Ximo Puig, afirmara en público que no se les iba a inyectar la segunda dosis a los casos irregulares, porque no se les podía premiar.
Al día siguiente, la vicepresidenta y portavoz, Mónica Oltra, de Compromís, respondió a Puig y calificó su posición como ética, pero se mostró partidaria de no desperdiciar la primera dosis y administrar las segundas, aun siendo casos irregulares. Muchos están de acuerdo, pero después de analizar los grupos recogidos en la estrategia de vacunación y antes de las seis semanas de la primera dosis, que es el plazo máximo marcado por la OMS para la segunda dosis de la vacuna Pfizer.
Medios de comunicación
Todo ello resalta más aún el trabajo de los medios de comunicación y cómo han tratado este tema: si la población ha sido consciente de este tipo de vacunación, si estamos “informados de forma correcta en cuanto a la vacuna del Covid-19”… El periodismo y los medios de comunicación deben aprovechar el momento actual para salir adelante y no quedarse rezagados. Su misión, más que nunca, es dar a conocer los hechos como son y “rescatar el periodismo” para que deje de hablarse del fin de esta bella y necesaria profesión.
El calendario de vacunación también debe seguir adelante de forma regular para poder derrotar al virus que lleva entre nosotros más de un año y que poco a poco, nos deja ver una pequeña luz llamada, normalidad.
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